El plástico es el principal enemigo del cambio climático y es que, desde su invención, se han producido más de 6 mil millones de toneladas de residuos de plásticos que no se descomponen y que destruyen los ecosistemas terrestres y marinos. Sin embargo, según se ha publicado en la revista Science Advances, dos científicos, de la Universidad Estatal de Boise en los EE. UU. han realizado una auténtica revolución ecológica y tecnológica. En este artículo vamos a analizar los resultados de su investigación.
El gran problema del plástico
Cada vez hay una mayor consciencia social sobre la importancia de reducir este material tan importante y contaminante para nosotros como es el plástico. Sin embargo, el gran problema de este y de muchos de los derivados del petróleo es que son más fáciles producir que reciclar, debido a sus principales características que son la durabilidad y la resistencia a la degradación, aspectos que hacen que los plásticos sean muy versátiles, pero también materiales difíciles o imposibles de destruir.
Como consecuencia de ello, en la actualidad, se siguen fabricando muchos plásticos que tienen un uso y un reciclaje limitado, contribuyendo al cambio climático que cada día se hace más evidente. No obstante, es cierto que cada vez hay más empresas que se dedican al reciclaje de este tipo de residuos, cuya consecuencia es una reducción en la generación de nuevos plásticos y, por ende, una menor contaminación de estos.
Para combatir este problema climático y de residuos, dos científicos de materiales de la Universidad Estatal de Boise han desarrollado un nuevo tipo de plástico que no está hecho de petróleo ni de sus derivados. Su hallazgo tiene un efecto doble, ya que, por un lado, el 93 % del “nuevo plástico” podría reciclarse en materiales ecológicos y limpios. Por otro lado, el no utilizar combustibles fósiles, disminuye su extracción disminuyendo la contaminación.
Características del plástico del futuro
En su artículo, publicado en la revista Science Advances, la dupla formada Allison Christy y Scott Phillips plantean la fabricación de un nuevo tipo de plástico a base de poli(etilocianoacrilato) o PECA. Este nuevo material parte de un proceso de polimerización en el que las unidades de monómeros simples y repetitivas se ensartan en una reacción química para formar una cadena larga.
Los resultados de su investigación han arrojado datos sorprendentes y, sobre todo, remarcan que, si se producen a escala industrial, podría reemplazar a los plásticos de poliestireno que no son absorbidos en la mayoría de los programas de reciclaje. Sin embargo, esta investigación no resolvería el problema del plástico actual, ya que este tipo de plástico solo corresponde al 6 % de los plásticos que se producen en el mundo actualmente, ya que son, los que se emplea en la fabricación platos, tazas y cubiertos desechables. No obstante, este proyecto tiene una base sólida con el que poder mejorar y desarrollar nuevos materiales y quien sabe, si convertirse en la base de todos los materiales plásticos del futuro. En definitiva, la ciencia no para de avanzar y progresar con un objetivo: mejorar la vida de las personas y desarrollar un mundo mucho más limpio, ecológico y sostenible es posible.