El mundo de la impresión 3D gana cada día más adeptos y no es de extrañar. Muchos ven en esta práctica una forma de crear cosas que de otra forma tendría que comprar, mientras que otros van más allá y lo consideran un negocio con todo lo que son capaces de construir. Son muchos los materiales que hay en el mercado, pero lo cierto es que hay uno realmente interesante que es el grafeno molecular.
Este material tiene mucha ciencia detrás, pero el hecho de que cualquier persona que tenga una máquina de impresión 3D sea capaz de tener acceso a él lo hace más que interesante por razones muy importantes para cada proyecto.
Qué es el grafeno molecular
A día de hoy, todo el mundo sabe qué es el grafeno y lo tiene como un material de la más alta calidad. Para los que a día de hoy no lo conozcan, se trata de una sustancia hecha de carbono puro y que tiene la particularidad de tener un patrón de construcción hexagonal. Entre sus características están su ligereza y gran resistencia, comparable al aluminio y a la fibra de carbono respectivamente. Lo malo que tiene es su obtención, pero en la comunidad científica no han tardado en adoptar este nombre para todos esos componentes cuyas partículas se propagan en hexágonos.
Esto tiene una particularidad, y es que esto último es lo que se conoce precisamente como grafeno molecular, lo que hace que sea posible aunar diferentes moléculas en una composición similar a la del grafeno. Esto ha hecho posible el nacimiento de otros materiales y el uso de otras moléculas para crearlos como puede ser el uso del monóxido de carbono y el cobre para generar nuevos elementos.
Por qué es tan importante ahora en la impresión 3D
En alguna ocasión te hemos contado los secretos de la impresión 3D y que no es un hobby precisamente barato sobre todo al principio. Es cierto que hay muchos que se las apañan para reciclar incluso los diferentes elementos plásticos de su casa con el fin de obtener más filamentos para proyectos sencillos, pero para todo aquel que se dedica hacer encargos sabe que necesita materiales mucho más fiables para ofrecer productos de calidad.
Y es aquí donde aparecen muchos de los materiales que dan diferentes propiedades a los objetos creados, haciendo que cada uno se ajuste de la mejor manera a las exigencias del proyecto. Pero estamos hablando de uno de los materiales más importantes en este mundo, por lo que vamos a echar un vistazo a cuáles son las bondades que ofrece el grafeno molecular.
Materiales más resistentes sin sacrificar la flexibilidad
Una de las cosas por las que destaca el grafeno es por su resistencia y flexibilidad. Al pasar por el extrusor se comporta como cualquier otro material flexible, pero lo cierto es que aporta grandes mejoras cuando hablamos de utilizar un material que a la larga puede usarse para proteger el contenido o el objeto de golpes o casi cualquier impacto.
Además, siendo flexible es capaz de ofrecer la posibilidad de deformar el material hasta lograr la forma que se necesita.
Uso conductivo
Otra de las cosas que ofrece el grafeno en el mundo de la impresión 3D y que debe ser utilizado con cuidado es su capacidad conductiva. Esta característica hace que su uso ofrezca grandes aportes en el mundo de la electrónica cuando se necesita enviar o apantallar señales electromagnéticas o de radiofrecuencia en función de las necesidades del fabricante y el objeto.
Probablemente son de las bobinas más caras
Como puedes ver, el grafeno molecular ofrece grandes capacidades cuando se trata de crear objetos que requieren de mucha resistencia e impactos. El problema para muchos está en la obtención de estos filamentos, ya que no hablamos de bobinas precisamente baratas. Como sabrás, los extrusores de las impresoras 3D más vendidas necesitan unos filamentos para fabricar tus creaciones y estos se pueden vender en bobinas de unos milímetros concretos.
Una vez que sepas cuál es la tuya, tendrás que preguntarte si le vas a sacar buen rendimiento, ya que un rollo de este filamento te puede salir por unos 80 euros aproximadamente, razón de más para saber si te compensa para sacarle buen rendimiento y sobre todo para construir esas cosas que necesitan de cierta robustez para funcionar correctamente.
