Dos imágenes. Una en la que se ve a una familia desayunando y leyendo libros o periódicos. Otra, de décadas después, en las que, en lugar de papel, las personas están mirando pantallas.
Seguramente te resulte familiar y lo veas acompañado de comentarios sobre lo triste que resulta que antes todo el mundo leyese y ahora no hagamos mas que estar pendiente de una pantalla. Pero, ¿realmente es así?
Sí, no vamos a negar que pasamos muchas horas delante de diversas pantallas, como ordenador, tabletas o smartphones. Pero seamos sinceros: aunque muchas veces estemos viendo contenido multimedia o consultando las publicaciones de nuestros amigos y conocidos en redes sociales, lo cierto es que la tecnología también ha cambiado nuestros hábitos de lectura.
Qué se considera lectura
Generalmente, cuando hablamos de los hábitos de lectura nos solemos referir a una actividad de ocio y tiempo libre. Por eso, en muchos informes se recogía únicamente la lectura “voluntaria”. Es decir, que aquellos libros que se leían por obligación (tanto la que impone el sistema educativo, en el caso de los estudiantes, como la que se realizaba por necesidades de orden laboral, en el caso de los trabajadores) solía quedar fuera.
Sin embargo, desde 2010 el informe sobre hábitos de lectura que se realiza en España recoge aquella que se lleva a cabo por trabajo y estudios y también la lectura de actualidad (prensa y revistas). También se analiza este hábito en función de los distintos soportes en los que se puede hacer la lectura.
Sí, la lectura de libros en tiempo libre sigue siendo la parte más substancial del informe, pero como vemos se ha ampliado el concepto de lectura.
Hacia la literatura digital
Según el último informe sobre Hábitos de Lectura en nuestro país, el 95% de la población española de 14 o más años afirma leer en cualquier tipo de material, formato y soporte (impreso o digital) con una frecuencia al menos trimestral. Además, un 89% lee con frecuencia al menos semanal. Algo que se conoce como lectores frecuentes.
¿Qué es lo que más se lee en un periodo de tres meses? El 75% lee periódicos, un 66% lee libros y un 57% lee en Redes Sociales al menos una vez al trimestre.
Además, este informe también destaca que está creciendo la lectura de libros en general y de contenidos digitales. Por el contrario, desciende el número total de lectores de publicaciones periódicas (prensa y revistas) y cómics.
Dime cómo lees y te diré qué años tienes
El 76,3% de los españoles a partir de los 14 años (frente al 58,0% del estudio de 2012) lee algún tipo de contenido en soporte digital. La mayoría son lectores frecuentes (al menos una vez por semana).
Por eso, este informe define al lector en soporte digital como el lector que lee, con una frecuencia al menos trimestral, en un ordenador, un teléfono móvil, una agenda electrónica o un e-Reader.
Aunque es cierto que Redes sociales, webs y periódicos son los contenidos más leídos en digital, también lo es que la lectura digital de libros (al menos trimestral) ya alcanza un 27% de la población de 14 o más años.
Además, el incremento en la lectura de contenido digital no se traduce en un incremento paralelo de la lectura total, lo que sugiere una paulatina transferencia de lectura en papel a lectura en digital.
Papel y digital en coexistencia pacífica
Así pues, estos datos vienen a demostrar que quizá la tecnología no nos hace leer menos como se piensa, sino que tiende a convivir con el soporte en papel.
Es cerro que hace aproximadamente una década, cuando Amazon presentó su primer e-reader, los editores temieron que los libros digitales pudieran acabar con la industria, como anteriormente el mundo digital transformó la industria de la música. Y durante un tiempo, ese miedo parecía totalmente justificado. De hecho, hubo un momento en el que el crecimiento de los libros electrónicos fue más de 1.200 por ciento. Las librerías sufrieron y las ventas impresas se retrasaron. Los libros electrónicos también facilitaron la auto publicación, lo que amenazó a los editores tradicionales.
Pero en los últimos años, ha habido una inversión sorprendente. La impresión se mantiene constante, incluso aumenta, y las ventas de libros electrónicos han disminuido.
Una posible razón es que los precios de los libros electrónicos han aumentado, por lo que pueden llegar a ser más caros que una edición de bolsillo. Otra posibilidad es la fatiga digital. La gente pasa tanto tiempo frente a las pantallas que cuando lo leen quieren estar fuera de ellas. Otra teoría es que algunos lectores de libros electrónicos han cambiado a audiolibros, que son fáciles de reproducir en el smartphone mientras realiza varias tareas. Y los audiolibros se han convertido en el formato de más rápido crecimiento en la industria.
Pero las redes sociales también han tenido un enorme impacto en la publicación, sobre todo porque se han convertido en una nueva forma para que los lectores conecten con los autores y descubran libros.
Y eso que, según un artículo en Quartz, si las personas pasaran la misma cantidad de tiempo leyendo que lo hicieron en las redes sociales, podrían leer fácilmente 200 libros al año.