Cuando la cobertura de Internet en casa no es la óptima y necesitamos mejorarla, se suele apostar por añadir una nueva antena que nos amplifique la conexión. Este dispositivo puede ser un repetidor wifi o un punto de acceso complementario a la red de nuestro rúter. Vamos a ver cómo elegir un punto de acceso inalámbrico para el hogar y qué aspectos hay que tener en cuenta.
Índice
Aspectos preliminares
El repetidor wifi
Punto de acceso complementario o sustituto del que nos facilita el rúter
¿Dónde lo vamos a instalar?
Aspectos preliminares
Lo primero que debemos tener en cuenta es el estándar de conexión que nos ofrece la nueva antena. WiFi AC es el actual, ya que posibilita la conexión de banda dual en 2.4 y 5 gigahercios (GHz). Es muy importante elegir una antena de estas características.
El repetidor wifi inalámbrico
Debemos tener claro qué es lo que buscamos con la nueva antena. Si lo que buscamos es simplemente un repetidor, lo que hará éste es recoger la señal que le llega en ese punto y extenderla más lejos. Esto implica que si lo que queremos es mejorar la velocidad además de la conexión, esta opción no será la adecuada. La gran ventaja es que lo único que necesita este aparato para funcionar es un enchufe.
El repetidor sirve para llevar wifi a un lado de la casa que ahora no tiene, pero la velocidad de la conexión seguirá siendo bastante pobre. Supongamos que el punto donde ubicamos el dispositivo le llegan 50 megabits por segundo: los extenderá de forma circular a partir de ese emplazamiento, aumentando la cobertura en zonas de la casa que no tenían. Sin embargo, a medida que está más lejos, la velocidad disminuye. Serviría para tener conexión en la cocina si lo colocamos ahí, por ejemplo, pero si lo que buscamos es ver series en streaming antes de irnos a dormir, no funcionará bien.
Punto de acceso complementario o sustituto
Si buscamos un punto de acceso complementario al que ya tenemos vamos a necesitar un cable de red que una ambos dispositivos. Tenemos que configurar la misma SSID de la red wifi ya disponible, es decir: el mismo nombre de la red inalámbrica que se publica, con igual contraseña y el mismo tipo de cifrado. Así tendremos una sola conexión inalámbrica pero con dos antenas que emiten la señal. Los dispositivos se conectarán a una u otra en función de cuál es más fuerte en cada zona de la casa.
En este caso, para que funcione de forma óptima, es importante que ambos puntos de acceso ocupen canales de transmisión separados. Por ejemplo, uno en el canal d2 y otro en el 7. De esta forma las señales no se solapan. Es mucho mejor configurarlo de forma manual que dejarlo en automático en ambos aparatos.
¿Dónde instalamos el repetidor wifi o el punto de acceso?
A la hora de instalar el dispositivo, debemos tener clara la infraestructura necesaria para su instalación. Como comentamos antes, un repetidor solo va a necesitar un enchufe, ya que capta la señal wifi y la extiende, mientras que un punto de acceso necesitará que llegue un cable ethernet, además de alimentación eléctrica, hasta el punto donde queremos situarlo.
En cuanto a la ubicación, como la mayoría de las antenas son omnidireccionales (extienden la señal de forma circular), cuanto más centradas estén en el plano de nuestra casa, mejor. Puede ser que en el lugar donde queremos ubicar la antena no haya un enchufe disponible. En estos casos, podemos utilizar una antena alimentada mediante PoE. Con esta tecnología, es el propio cable de red el que llevaría la corriente eléctrica, además de los datos, para que el artilugio funcione.
Si no podemos llevar un cable de red siempre podemos utilizar los dispositivos PLC. Con estos aparatos, los datos se transmiten a través de la corriente eléctrica. Necesitaríamos dos: uno lo situamos cerca del rúter y lo unimos mediante cable al mismo, y el otro, en el punto de la casa que deseemos.
Por último, un aspecto importante debe ser la facilidad de configuración de estos dispositivos, sobre todo si no somos usuarios expertos en redes. Es necesario investigar un poco para saber las posibilidades de gestión que nos ofrecen y si seremos capaces de ocuparnos nosotros mismos siguiendo las instrucciones. A veces lo complicado es acceder al rúter, ya que en ocasiones son los propios usuarios los que nunca han tocado dicha configuración.
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