¿Qué se ve desde el borde del universo? La respuesta está clara, al menos para los fans de Futurama. Allí estarán Bender y Fry saludándonos, vestidos de vaquero, desde un segundo universo paralelo. La serie de Matt Groening no es la única que fantasea con la teoría del multiverso. Otra un poco más actual, Rick y Morty, no solo cuenta con infinitos universos paralelos, sino que tiene un servicio de televisión por cable para el multiverso con un número infinito de reality shows. Pero, ¿y si la ciencia nos dijese que no todo es ficción?
Diez días antes de morir, Stephen Hawking entregó su último paper para ser revisado. A finales del mes de abril, fue publicado en Journal of High Energy Physics. En él, Hawking y el físico belga Thomas Hertog, le dan una vuelta de tuerca a la teoría de los multiversos. No, su teoría no habla de un universo paralelo en el que Hawking recibe el Nóbel. Ni de uno en el que no se saca la carrera. Sin embargo, podría cambiar la forma en que entendemos el universo.
Una breve historia de 13.700 millones de años
El universo tiene 13.730 millones de años, 120 millones de años arriba o abajo. El nuestro y todos los que pudieran haber surgido del big bang. Pero no adelantemos acontecimientos. En la escala del calendario cósmico (toda la vida del universo en un año terrestre), no fue hasta el último medio segundo que a alguien se le ocurrió la historia de los multiversos. Fue William James quien lanzó la idea en 1895.
El físico Hugh Everett enunció, en 1957, la primera aproximación a la materia desde la ciencia. En los años 80, Stephen Hawking y James Hartle, volvieron a desarrollar la idea, esta vez partiendo de la teoría del big bang y la mecánica cuántica (eso que nadie entiende de verdad, como decía el Nóbel Richard Feynman). Según ellos, la explosión inicial que puso en marcha el reloj del universo no creo uno, sino un número infinito de ellos.
En la teoría de Hawking y Hartle, algunos universos serían muy parecidos al nuestro, con personas casi iguales a nosotros diferenciadas por pequeños detalles (como ir vestido de vaquero). Otros no se regirían ni por las mismas leyes físicas y serían impracticables para la vida. Ya en 2013, llegó el bombazo. Laura Mersini-Houghton y Richard Holman anunciaban que, con los datos obtenidos a través del telescopio Planck, habían logrado la primera evidencia de que había universos paralelos. Su demostración de la teoría del multiverso no ha sido aceptada. Pero quizá Hawking les pueda echar un cable póstumo.
¿Agujero negro o puerta al multiverso?
El reconocido profesor de la Universidad de Cambridge dedicó buena parte de su vida a teorizar sobre el universo. Siempre en el plano teórico, sus esfuerzos fueron destinados, muchas veces, a resolver las paradojas que crean las propias teorías. Es decir, las cosas inexplicables o contradictorias con las que se encuentra la ciencia cuando cree haber encontrado una respuesta satisfactoria.
Una de estas paradojas tiene que ver con los agujeros negros que, en realidad, poco tienen de agujeros. ¿Qué pasa con la información sobre el estado físico de las cosas que atrapan los agujeros negros? Según la mecánica cuántica, esta no podría desaparecer. En busca de una respuesta, Hawking desarrolló la teoría de que esta información podría transformarse para viajar a otro universo. Mientras una copia se quedaría en el llamado horizonte de sucesos (la frontera del agujero negro, simplificando mucho), otra usaría el agujero como una puerta de entrada al multiverso.
Pero, ¿qué significa realmente viajar al multiverso? ¿Podríamos llegar a uno con una Tierra en la que los dinosaurios siguieran vivos? ¿O a un universo oscuro en plan el Upside Down de ‘Stranger Things’? ¿O a otro en que ninguna ley de las que rigen nuestro mundo tuvieran sentido? Según Thomas Hertog, Hawking no estaba contento con este modelo sin límites, donde todo sería posible (y, por tanto, imposible de demostrar).
El último paper de Hawking
Nuestro universo es uno entre muchos, pero su número es limitado. Partiendo de la teoría de cuerdas (las partículas elementales son, en realidad, filamentos que vibran en el espacio-tiempo) y la teoría de los multiversos, Hawking y Hertog han creado un nuevo modelo matemático sobre el que trabajar. Uno que contempla múltiples universos, pero en el que rigen las mismas leyes. Uno en el que se puedan, de alguna forma, comprobar las cosas.
“Tratemos de domesticar el multiverso, me dijo Hawking hace un año. Fue entonces cuando nos propusimos desarrollar un método para transformar la idea de un multiverso en un marco científico coherente y comprobable”, explica Hertog en un artículo publicado por Live Science. Y es que, en realidad, Hawking parece que nunca fue un gran fan del multiverso, a pesar de que se derivaba de sus propias teorías.
Al contrario de lo que sucedía con el marco teórico original del multiverso, esta nueva teoría podría llegar a comprobarse. Es decir, es posible que lleguemos a saber si la última idea de Hawking es correcta o no. Para ello, será necesario observar ondas gravitacionales originadas en el momento del big bang, algo que todavía no se ha logrado.
Así que el último trabajo de Hawking no deja si no más preguntas sobre la mesa. Un rompecabezas más simple que el original, pero todavía plagado de cuestiones sin resolver. Un puzle que puede que algún día tenga sentido, que le dé la razón a Mersini-Houghton y Holman y a muchos otros. Para entonces, eso sí, ya tendremos un buen puñado de nuevas preguntas y paradojas sobre la mesa. Y es que la ciencia está llena de Hawkings, viviendo en un uno o en múltiples universos.
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