El verano alcanza su ecuador y somos muchos los que aprovechamos estos días de vacaciones para acercarnos a la playa a tomar el sol, bañarnos en el mar y, en definitiva, disfrutar de un merecido descanso acompañados de nuestro móvil, ese amigo inseparable que viene con nosotros a todos lados.
El problema es que algunos teléfonos se adaptan mucho mejor a la playa que otros. Todo ese agua y arena pueden hacer estragos con los teléfonos que no estañen preparados para soportar estragos, como los de Lenovo, mientras que los días soleados y brillantes pueden hacer que sea difícil ver la pantalla.
Con eso en mente, hemos creado esta guía con todas aquellas características que debería tener nuestro teléfono si queremos que sobreviva a estos días estivales.
Las 4 claves del móvil ‘playero’
Para que un móvil pueda sobrevivir y funcionar en la playa sin problemas en la playa, es necesario que cuente con, al menos, 4 características clave que lo hagan resistente a los elementos adversos que se encuentran en este entorno tan hostil para nuestros dispositivos electrónicos.
Resistencia al agua y al polvo
En primer lugar, la resistencia al agua es fundamental. La playa es un lugar donde el agua es un protagonista constante, ya sea en forma de olas, salpicaduras o incluso lluvia ocasional, aunque no esperamos grandes tormentas estos días.
Por lo tanto, un móvil resistente al agua es imprescindible para evitar daños irreparables causados, no solo por el mar, donde nunca deberíamos entrar con nuestro móvil, sino por la humedad que existe en el ambiente de la playa o de la piscina.
Como sabrás, existen diferentes niveles de resistencia al agua, indicados mediante una certificación IP. De entre todos ellos, un móvil con una clasificación IP68, por ejemplo, puede sumergirse en agua hasta 1.5 metros de profundidad durante 30 minutos sin sufrir daños. Esto garantiza que el dispositivo seguirá funcionando adecuadamente a pesar de la humedad.
Sistema de refrigeración
Un buen sistema de refrigeración es esencial para mantener el móvil funcionando eficientemente, especialmente en un entorno caluroso como la playa. Las altas temperaturas pueden afectar negativamente el rendimiento del dispositivo y, en algunos casos extremos, incluso provocar apagones o problemas de funcionamiento, además de dañar componentes sensibles al calor como la batería o la cámara.
Hoy en día hay muchos smartphones, no solo los gaming, que cuentan con unos cuantos disipadores de calor y una gestión térmica inteligente, impidiendo que el calor se apodere del dispositivo cuando usamos bajo el sol o al grabar videos y jugar a juegos, las acciones que más calientan un móvil.
Una carcasa resistente
En segundo lugar, la durabilidad del móvil es una característica crucial para su supervivencia en la playa. A lo largo del día, el dispositivo estará expuesto a diferentes situaciones que pueden acabar con la integridad del teléfono, como posibles caídas en la arena, golpes accidentales con objetos duros o incluso el contacto con piedras y conchas afiladas.
Por esta razón, un móvil resistente y robusto, construido con materiales de alta calidad, será capaz de soportar estas adversidades sin sufrir daños graves. No escatimes gastos y compra un terminal equipado con protección Gorilla Glass 5 o superior para que no se arañe.
Pantalla brillante
Una pantalla brillante y visible bajo la luz solar directa es una característica muy valorada, no solo a la hora de usar el móvil de playa, sino dando un paseo por nuestra ciudad bajo el sol abrasador. La mayoría de las pantallas de los dispositivos modernos son lo suficientemente brillantes como para ser utilizadas en interiores, pero bajo la luz solar intensa, la visibilidad puede verse afectada gravemente. Te darás cuenta porque, aunque subas el brillo del panel al máximo, te encontrarás buscando una sobra para poder leer correctamente lo que aparezca en tu smartphone.
Además de tener un brillo por encima de los 800- 900 nits, es bueno que el smartphone que quieras usar este verano en la playa cuente con tecnologías antirreflejo que te permitan disfrutar plenamente de aplicaciones, navegar por la web, hacer fotografías y videos, o simplemente consultar mensajes sin tener que huir del sol por la costa.
Estas características no solo te valdrán para presumir de un smartphone “todoterreno” en la playa, sino para proteger los componentes internos del móvil del sobrecalentamiento, lo que a su vez te va a echar una mano a la hora de extender la vida útil del dispositivo.
