Durante muchos años ha habido una guerra incesante para que todos los dispositivos llevaran lo mismos conectores. Y ya por fin en Europa se respira tranquilidad al ver que Apple ha pasado por el aro y ha puesto en sus teléfonos inteligentes el conector que está más estandarizado hasta ahora: el USB C. Pero detrás de esa forma rectangular con los lados cortos redondeados hay mucha tecnología.
Parece que las quejas de los usuarios de un conector universal que da igual como lo introduzcas, que va a funcionar igual, han sido escuchadas. Ese es el USB C tan esperado y que tantas cosas buenas ha traído al mercado, pero ¿sabías que hay varios tipos de este tipo de conector? vamos a echar un vistazo a todos ellos.
De qué es capaz un USB C
El conector USB C ha llegado para quedarse y lo hace con una declaración de intenciones. Por un lado, las conexiones físicas sirven con independencia de la manera en que se conectan unos aparatos con otros. Por otro lado, dispone de unas características de lo más interesantes ya que presentan una versatilidad mucho mayor que los tipo A. Y es que la transferencia de datos no solo se limita a pasar gigas y gigas de archivos, también es capaz de sustituir a un cable HDMI con una trasmisión de video, aunque de momento es más habitual utilizar un cable HUB con esta conexión para mandar la señal de video a una pantalla externa o complementaria.
Si el USB C es un estándar ¿por qué hay varios tipos?
Cuando un conector se convierte en estándar para todos los fabricantes significa que tienen que incorporarlo en sus dispositivos electrónicos, de manera que cumplan todos con las especificaciones necesarias para que los conectores concuerden. Sin embargo, la tecnología no puede quedarse ahí y por ese motivo existen diferentes tipos de USB C.
Lo que pasa es que a primera vista no verás ninguna diferencia porque todos son iguales en cuanto a estructura, pero por dentro esconden diferencias que debes conocer para aprovechar todas sus funciones. Debes saber que esto no es la primera vez que pasa, ya que los USB tipo A también tienen diferentes versiones que les otorgan más o menos funciones.
Diferencias por funcionalidad
Aquí debemos diferenciar entre dos tipos de cables, los cuales son iguales en todas las variantes del USB.
- Cable de energía: el latiguillo tendrá funciones reducidas exclusivamente a la transferencia de energía de un punto de origen a un destino. Estos son perfectos para cuando solo quieres cargar un dispositivo y evitar que se transfieran datos de manera indeseada.
- Cable de datos: Este cable es el típico que te dan los fabricantes de móviles cuando compras un nuevo terminal. Es el que te permite mandar tanto energía como datos de un terminal a otro.
Estas diferencias las encontrarás en el embalaje del cable, por lo que cerciórate de que el que compras es el que de verdad necesitas, porque de lo contrario solo puedes tener un cable de energía cuando en el futuro lo que quieres es un sustituto del que traía tu teléfono cuando lo compraste.
Diferencias por tipo y versión
Como te decíamos al principio, son muchas las versiones que han salido a lo largo de la existencia del USB C. Siguiendo lo que te decíamos antes, todos los conectores son iguales por fuera, pero la tecnología que llevan puede ser muy diferente. Estas se diferencian por la versión, que también viene especificada en la hoja de características de un dispositivo y del propio cable. Los tipos son:
- USB 2.0: que alcanza velocidades de has ta 480 Mbps
- USB 3.1 Gen 1: que llega hasta los 5 Gbps
- USB 3.1 Gen 2: una mejora del anterior que duplica sus velocidades hasta los 10 Gbps
- Thunderbolt 4: el más rápido de los cuatro con una potencia de 40 Gbps
Como te puedes imaginar, el Thunderbolt 4 es el más interesante a la hora de realizar una transferencia de datos por su potencia, pero lamentamos decirte que se necesita una compatibilidad exacta entre los dos aparatos. Esto se explica mejor con un ejemplo: si tienes un cable con conectores Thunderbolt 4 en sus extremos los aparatos que conectan también deben tenerlos para utilizar todo su potencial. De no ser así, se utilizará la velocidad más baja compatible entre los tres elementos.
Si te das cuenta, la compatibilidad entre aparatos es total, pero la velocidad depende de las conexiones establecidas entre los tres elementos. Por este motivo, no debes asustarte a la hora de ver que la transferencia es menor de la que esperabas.
¿Y es importante la composición de los cables?
Lo cierto es que habiendo diferentes tipos de latiguillos es posible que llegado un momento te pienses que esto es importante, pero lo cierto es que no. Puede que las conexiones de oro transmitan mejor la señal, del mismo modo que existen cables de plástico y otros trenzados.
Todo esto son características ‘extra’ que dependen del fabricante para intentar que la carga sea más rápida o incluso que el cable sea mucho más resistente a cortes o dobleces. Así que la respuesta a la pregunta es un claro no. A menos que alguno de estos tipos sean lo que estas buscando para dar ese extra que necesitas, lo cierto es que en ningún caso mejorará las características que te hemos contado.
