Hay muchos componentes importantes en nuestro PC, pero contrariamente a lo que muchos piensan, el teclado es el que más debemos cuidar. Junto con el ratón, es una de las herramientas más utilizadas a la hora de ponernos a trabajar con el equipo y, debido a su uso constante, es bastante habitual que las teclas se rompan o se dañen. Afortunadamente, reemplazar estas teclas no es una tarea difícil.
En las siguientes líneas vamos a desgranar, literalmente, como reemplazar una tecla del teclado de tu equipo por otra nueva. No hablamos de asignarles funciones a las establecidas, sino, directamente, extraerla del accesorio de tu PC para sustituirla por otra nueva.
¿Dónde consigo teclas para mi teclado?
Es cierto que hoy en día podemos encontrar infinidad de teclados rondando los 20 euros, si buscas algo básico, o con precios que superan, de largo, los 100 euros. El hecho de cambiar las teclas más que por ahorrar dinero, es porque estás acostumbrado a tu teclado y no quieres tener que traerlo solo porque un par de teclas han dejado de funcionar.
En este caso, lo mejor que puedes hacer es comprar las teclas compatibles de forma individual. No será fácil encontrarlas, pero por lo general puedes encontrarlas en Amazon, AliExpress o tiendas online similares. Solo debes de preocuparte de localizar tu modelo de ‘Keyboard’, el cual encontrarás en la etiqueta de la parte trasera del mismo, y localizar las piezas en las tiendas mencionadas.
Como cambiar las teclas dañadas
Una vez que hagas el pedido y que ya tengas las nuevas teclas en tu poder, llega el momento de ponerse manos a la obra y retirar las antiguas para insertar las que acabas de comprar.
- Desconecta el teclado: Aunque no hay ningún peligro a la hora de cambiar las piezas, para mayor comodidad y manipularlo más fácilmente, desconéctalo del equipo.
- Identifica la tecla dañada: Lo primero que debes hacer es identificar qué tecla o teclas están rotas o dañadas en tu teclado y asegurarte de que el fallo es mecánico, y no de software. Generalmente, esto es evidente, ya sea porque la tecla está suelta, no responde al presionarla o está físicamente rota. Encárgate de probarla con diferentes programas para comprobar que está rota del todo. Ya de paso, asegúrate de examinar cuidadosamente todas las teclas para detectar cualquier otra que también esté dañada.
- Localiza la pieza que quieres usar: Una vez que hayas identificado la tecla dañada, necesitarás conseguir una tecla de reemplazo que hayas comprado como indicamos anteriormente.
- Retira la tecla rota: Probablemente, el paso que más temes dar, pero la realidad es que no es tan complicado como piensas. La mayoría de las teclas están sujetas mediante clips de plástico que se enganchan en el teclado. Utiliza una herramienta pequeña y plana, como un destornillador o una tarjeta de crédito, para levantar suavemente los clips y desenganchar la tecla. Si lo deseas, venden herramientas para desmontar las teclas perfectas para llevar a cabo esta labor. Lo único que te advertimos es que tengas cuidado de no aplicar demasiada fuerza para provocar daños mayores en el equipo.
- Limpia la superficie: Una vez que hayas retirado la tecla dañada, no es que sea obligatorio, pero sí que es un buen momento para aprovechar y eliminar cualquier rastro de suciedad que se alojara debajo de la tecla dañada y que, probablemente haya provocado su rotura. Como en todo producto electrónico, se puede acumular polvo y suciedad que afecten el rendimiento de las teclas, no solo la que acabas de retirar, si no las que están a su lado. Usa una pequeña cantidad de alcohol isopropílico y un paño suave para limpiar suavemente la zona, así como aire comprimido. Espera a que se seque antes de proseguir.
- Coloca la nueva tecla: Coge la nueva tecla con los dos dedos y alinéala sobre el mecanismo de clip en el teclado y presiona firmemente hasta que encaje en su lugar. Asegúrate de que la tecla esté bien fijada y que se mueva libremente al presionarla. Prueba varias veces para confirmar que la tecla funciona correctamente.
- Repite el proceso con el resto de teclas: Si hay alguna tecla dañada más, repite los pasos anteriores.
Finalmente, conecta el teclado a tu ordenador y prueba cada una de las teclas que has cambiado para asegurarte de que responden como debería. Si alguna de ellas no funciona, repite el proceso, pues puede ser que haya quedado mal encajada.
