Durante los últimos años, nos hemos acostumbrado a trabajar con señales de internet inalámbricas que nos permiten poder trabajar desde cualquier punto de nuestra vivienda sin la necesidad de usar cables. Pero, ¿qué ocurre cuando la señal del WiFi falla y no sabemos cómo mejorar la situación? En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber al respecto.
La señal WiFi de nuestra vivienda depende de una gran cantidad de elementos para poder funcionar de manera correcta. Entre ellos, por ejemplo, la ubicación del router o la distribución de la vivienda en lo que a barreras arquitectónicas se refiere. Un conjunto de aspectos que provocan que no siempre podamos disfrutar de la mejor señal, especialmente en hogares de un tamaño medio o grande.
Nos servimos de esta información publicada por la OCU para contarte cómo puedes mejorar la señal de tu WiFi sin necesidad de invertir un solo euro. A continuación, esto es todo lo que tienes que saber al respecto.
La configuración de los canales
Uno de los aspectos que más influye en el alcance y la potencia de la señal de nuestro WiFi tiene que ver con la configuración de los canales. Estos canales actúan como carreteras a partir de las cuales se emiten las ondas de WiFi. Y es posible que sufran interferencias cuando, por ejemplo, vivimos en áreas muy pobladas con multitud de vecinos a nuestro alrededor. En el caso de que seamos usuarios avanzados, podemos probar a cambiar nosotros mismos los canales hasta optimizar la conexión.
Sin embargo, si no es así, nuestra recomendación es que contactes con tu proveedor de servicios para que ajuste los canales por ti. Usando determinadas aplicaciones móviles, como es el caso de Wifi Analyzer, vamos a poder analizar la ocupación de las diferentes bandas para, en base a esta información, tomar nuestras propias decisiones.
Asegura la ubicación del router
Como ya hemos mencionado previamente, la ubicación de nuestro router resulta especialmente importante a la hora de obtener la mejor señal posible. El lugar exacto en el que coloquemos nuestro router va a tener un impacto directo en la calidad de la señal. Pese a que es habitual que tengamos la tentación de tratar de esconder el router por el impacto que tiene en la decoración, la realidad es que no es una buena idea.
Para maximizar la cobertura, lo ideal es situar el router en un punto central de tu hogar. Si vives en una casa de varios pisos, colócalo en un piso intermedio. Asimismo, es recomendable montar el router en alto, sobre un mueble, y no directamente sobre el suelo. También es importante que te asegures de orientar las antenas de manera que distribuyan la señal uniformemente en todas las direcciones.
La elección de la banda
Los routers modernos generalmente emiten en dos bandas de frecuencia: 2.4 GHz y 5 GHz. Cada banda tiene sus ventajas y, en base a ellas, podemos escoger cuál es la banda que mejor funcionamiento puede ofrecernos. Por ejemplo, la banda de 2.4 GHz tiene un mayor alcance y mejor capacidad de penetración en paredes y otros obstáculos, pero es más susceptible a interferencias y generalmente ofrece velocidades más bajas. En cambio, la banda de 5 GHz ofrece velocidades más rápidas y es menos propensa a interferencias, aunque su alcance es más limitado.
Repetidores WiFi
Por último también es una buena idea plantear la opción de usar un repetidor WiFi. Estos dispositivos funcionan captando la señal existente de tu router y, una vez realizado este trabajo, la retransmiten para ampliar su alcance.
Como ocurría en el caso del propio router, también es importante que sepamos dónde colocar el repetidor. Este debe estar situado en un punto donde aún puedas recibir algo de señal para que pueda extenderla de un modo efectivo a otras áreas de nuestra vivienda.
