Inmersos en plena cultura del like, las granjas para conseguir lo propio están a la orden del día. Pero, ¿conoces cómo funcionan y cuál es su trabajo? Te contamos todo lo que tienes que saber al respecto.
Que las redes sociales se han convertido en, para muchos, un imprescindible en términos de socialización no es ningún secreto para nadie. Con este tipo de herramientas, no solo nos comunicamos con nuestros familiares y amigos: también nos posicionamos en términos sociales y promocionamos, por ejemplo, nuestro negocio o nuestros proyectos. Y, para todo ello, disponer de una buena notoriedad a partir de un buen número de likes y de seguidores es fundamental.
Dentro de todo este contexto, las granjas de likes tienen un papel más que protagonista. Pese a que, para muchos, supongan un retroceso en la validez que se le presupone a los perfiles en redes sociales. Estas granjas se dedican a manipular las métricas de interacción de manera que alteran la percepción natural de popularidad. De este modo, cualquier publicación puede tener una gran cantidad de likes que son ficticios.
Su funcionamiento
En esencia, el funcionamiento de este tipo de centros es muy similar: mediante la creación de cuentas falsas o el empleo de robots automatizados que generan interacciones, este tipo de espacios basan su actividad en aumentar las interacciones artificiales. Para ello, se sirven de una gran cantidad de likes, comentarios e, incluso, nuevos seguidores. Su principal actividad son las plataformas que acumulan una mayor cantidad de usuarios, como es el caso de Facebook o Instagram. Sin embargo, cada vez están más presentes en otras, como YouTube, por ejemplo.
Durante los últimos años, esta práctica ha ido creciendo en popularidad. Con una gran cantidad de empresas que se dedican a ello a costes bastante contenidos en la mayoría de los casos. Sin embargo, la realidad es que todas ellas van en contra de los términos y condiciones establecidos por estas plataformas. Por lo que es bastante posible que, tras haber realizado la compra, al cabo de unos meses nos castiguen eliminando todos los bots adquiridos. La intención detrás de estas transacciones se basa en incrementar artificialmente la visibilidad de las publicaciones y perfiles de sus clientes, con el objetivo de modificar la notoriedad.
Desafiando a las redes sociales
Las granjas de likes no solo ofrecen la posibilidad de aumentar el número de likes o de seguidores. Sino que, además, en algunos casos se especializan en el intercambio de interacciones entre usuarios que participan en este tipo de prácticas.
Este tipo de servicios, cada vez más cuestionado por los usuarios que, efectivamente, se dedican a las redes sociales, perpetúa una cultura de popularidad ficticia que tan habitual es en las redes sociales. Como ya hemos anticipado, socava por completo la función principal de las redes sociales y, durante los últimos años, la persecución en torno a este tipo de prácticas no ha dejado de aumentar.
Cada vez son más las empresas que, antes de colaborar con un influencer o alguna marca con una cierta repercusión, exijan unas ciertas pruebas para poder valorar la idoneidad del perfil. Por lo tanto, y pese a que en un primer momento pueda suponer una cierta tentación para muchos usuarios, la realidad es que la inversión en este tipo de técnicas nunca suele ofrecer un gran retorno.
