A veces, nuestro estilo de vida va emparejado a una definición y ni nos hemos dado cuenta. Un ejemplo de ello es lo que se conoce como nómadas digitales, un tipo de personas que, en función de su trabajo, viven en una parte del globo u otro, y suelen ir acompañados de su ordenador, y poco más.
Si nos ceñimos a las definiciones de Wikipedia o similares, los nómadas digitales son personas que trabajan de forma remota, utilizando la tecnología para realizar sus tareas y comunicarse con sus clientes o empleadores. No tienen una ubicación fija, sino que viajan por el mundo, eligiendo los destinos que más les gustan o les convienen. Así, pueden disfrutar de diferentes culturas, paisajes y experiencias, mientras mantienen su independencia económica.
Convertirse en nómada digital no es algo que se logre de la noche a la mañana. Requiere de planificación, adaptación y disciplina. Además, no todos los trabajos se prestan para esta modalidad, por lo que hay que elegir bien el tipo de actividad que se va a realizar.
Profesiones típicas de nómadas digitales
Evidentemente, si eres bombero, policía, técnico de laboratorio, técnico de la construcción, etc… no vas a poder trabajar cada día en una ciudad distinta. Pero si tu trabajo está relacionado con la informática o similar, tendrás más oportunidades de ser un nómada digital. Algunas de las profesiones más comunes entre este tipo de profesionales son:
- Diseñador gráfico o web
- Programador o desarrollador
- Escritor o redactor
- Traductor o intérprete
- Consultor o coach
- Community manager
- Fotógrafo o cámara de vídeo
- Profesor o tutor online
¿Cómo convertirte en nómada digital?
Si te interesa alguna de estas áreas, o ya tienes experiencia en ellas, puedes empezar a buscar oportunidades de trabajo remoto en plataformas como Upwork, Fiverr o Freelancer. También puedes crear tu propia página web o blog para mostrar tu portfolio y ofrecer tus servicios. Otra opción es contactar directamente con empresas o personas que puedan necesitar tu ayuda.
Pero, ¿puedes lanzarte a la aventura tan a la ligera? No, evidentemente ser un nómada digital tiene una serie de ventajas e inconvenientes y debes tener una serie de cosas en cuenta.
Por ejemplo, tienes que calcular cuánto dinero necesitas para vivir al mes, teniendo en cuenta los gastos de alojamiento, transporte, alimentación, seguro médico, internet y ocio. Busca destinos que se ajusten a tu capacidad económica y que ofrezcan buena calidad de vida teniendo en cuenta que los ingresos mensuales pueden ser diferentes.
Más importante aún es elegir con detenimiento tu equipaje. Si va a estar moviéndote por el mundo no puede sir con 7 maletas. al revés, viaja ligero, llevando solo lo imprescindible. Prioriza los dispositivos electrónicos, los documentos importantes y la ropa adecuada para cada clima. Invierte en una buena mochila o maleta que sea cómoda y resistente.
Una vez que te establezcas en un lugar en concreto, debes establecer una rutina de trabajo que te permita cumplir con tus compromisos y al mismo tiempo disfrutar de tu entorno. Busca un lugar tranquilo y con buena conexión a internet para trabajar. Respeta tus horarios y tus descansos y no creas que estás de vacaciones, ya que el trabajo consumirá la mayor parte de tu tiempo.
Algo en lo que no piensan muchos es en cuidar su salud. al fin y al cabo viajar puede ser cansado y estresante, por lo que debes cuidar tu alimentación, tu sueño y tu ejercicio físico. También debes prevenir posibles enfermedades o accidentes, vacunándote, contratando un seguro médico y siguiendo las normas sanitarias de cada país.
Por último, llega el momento de disfrutar del viaje ser nómada digital no es solo trabajar, sino también vivir. Aprovecha la oportunidad de conocer nuevos lugares, personas y culturas y aprende cosas que añadan valor a tu trabajo.