El VISTA X-62A es un avión de combate táctico y de entrenamiento que es capaz de volar sin piloto, al más puro estilo EDI de la película STEALTH, estrenada en 2005 y que ya sabemos cómo acabó. En los últimos días, ha sido noticia porque hemos sabido que ha sido capaz de realizar un vuelo de casi 24 horas sin intervención humana a bordo.
Desarrollado por Lockheed Martin y Calspan Corporation en colaboración con la Fuerza Aérea de EE. UU., hablamos de un vehículo de combate cuyo principal objetivo es el de volar autónomamente e imitar las características de rendimiento de otros aviones. El avión está equipado con una red de sensores avanzados y monitores Getac en su cabina y a finales del año pasado ha sido pilotado por una inteligencia artificial durante más de 17 horas en un vuelo de prueba, lo que significa que estamos ante la primera ocasión en que se usa IA en un avión táctico.
El desarrollo de aviones de combate autónomos se considera un avance significativo en el futuro de la guerra, lo que podría reducir el número de bajas humanas en conflictos, pero todavía no está claro cuándo el VISTA X-62A entrará en combate, ya que no deja de ser, todavía, un prototipo.
¿Quién está detrás del VISTA X-62A?
Cómo ya hemos adelantado, este avión VISTA (que en realidad son las siglas de ‘Variable In-flight Simulation Test Aircraft’) X-62A fue desarrollado por Lockheed Martin y Calspan para la Escuela de Pilotos de Prueba de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF TPS) en la Base de la Fuerza Aérea Edwards en California.
Ambas empresas son reconocidas en la industria por su experiencia y contribuciones al campo aeroespacial y de defensa, cada una en su respectivo ámbito.
Por un lado, Lockheed Martin se dedica al diseño, desarrollo, fabricación y venta de una amplia gama de productos y servicios, incluyendo aviones de combate, helicópteros, sistemas de misiles, sistemas espaciales, satélites, sistemas de radar, sistemas de defensa antimisiles, sistemas de información y tecnología, y mucho más. Es uno de los principales contratistas de Estados Unidos, pero también trabaja para clientes internacionales.
Por otro lado, Calspan es una empresa estadounidense especializada en ingeniería y servicios de pruebas y evaluación de vehículos y sistemas aeroespaciales. Su principal objetivo es el de realizar pruebas de vuelo, investigación y desarrollo, pruebas de simulación en túneles de viento, pruebas de impacto y colisión, evaluación de rendimiento de vehículos y sistemas, y servicios de consultoría en ingeniería. Es uno de los principales actores de la industria aeroespacial actual, pero también colabora con otros sectores como el de defensa.
A la cabeza del proyecto, encontramos a Christopher Cotting, director de investigación de la Escuela de Pilotos de Pruebas de la Fuerza Aérea de los EE. UU., quien estos días afirmaba que ‘este avión nos permitirá paralelizar el desarrollo y la prueba de técnicas de inteligencia artificial de vanguardia con nuevos diseños de vehículos sin tripulación‘.
Este enfoque, combinado con pruebas orientadas a los nuevos sistemas de vehículos a medida que se producen, madurará rápidamente la autonomía para las plataformas sin tripulación y nos permitirá ofrecer una capacidad tácticamente relevante a nuestro combatiente.
¿Cómo es el avión?
Realmente estamos ante un vehículo de combate para nada desconocido en el ámbito militar. El VISTA X-62A no deja de ser una versión modificada del F-16D Block 30 Peace Marble II. Lo que sucede es que se ha actualizado con un sistema Block 40 que incluye estas herramientas de IA mencionadas anteriormente. De hecho, se llamó por primera vez NF-16D. Sin embargo, en junio de 2021, el gobierno de EE. UU. lo declaró un activo nacional y cambió su nombre a X-62A.
Dos de sus características de Inteligencia Artificial más notables son el ‘Sistema de SimulaciónVISTA’ (VSS) de Calspan y el ‘Algoritmo de Seguimiento de Modelos’ (MFA) de Lockheed Martin, pero también cuenta con un ‘Sistema para el Control Autónomo de la Simulación’ (SACS) apartado por el departamento militar de los Estados Unidos.
En diciembre de 2022, una IA controló con éxito este VISTA X-62A, realizando diferentes despegues, aterrizajes y maniobras de combate sin intervención humana durante más de 17 horas. Esta prueba tuvo lugar en la Base de la Fuerza Aérea Edwards en California, Estados Unidos, y demostró que la IA podía tomar el control en las batallas.
¿La IA cambiará el futuro de las guerras?
Ya estamos viendo como las diferentes herramientas de IA que se han puesto de moda son capaces de responder preguntas, crear imágenes, desarrollar código y pensar de forma independiente, eso sí, en base a toda la información presente en la Red. Pero el ámbito militar también ha desarrollado sus propias herramientas inteligentes.
Esto tiene el potencial de cambiar el futuro de la guerra y la forma en que se llevan a cabo las operaciones militares, permitiendo controlas vehículos no tripulados o drones sin poner en riesgo nada más que el propio vehículo.
Los aviones no tripulados controlados por IA, como este VISTA -X62A, claramente, pueden proporcionar ciertas ventajas en el campo de batalla, ya que no requieren la presencia física de un piloto humano, pudiendo operar en entornos peligrosos o realizar misiones peligrosas analizando cada aspecto de la misma al momento en tiempo real. La IA puede tomar decisiones al segundo, analizar datos y adaptarse a situaciones cambiantes de manera más rápida y eficiente que un piloto humano, pese a lo que hayamos visto en Hollywood en películas como la mencionada STEALTH o Top Gun. Los algoritmos de aprendizaje automático y la capacidad de procesar grandes cantidades de información en tiempo real son aspectos clave de la IA que pueden mejorar la autonomía y la capacidad de toma de decisiones de los vehículos no tripulados.
Sin embargo, este es un avance que no está libre de polémicas, pues el despliegue de sistemas de armas y vehículos de guerra totalmente autónomos plantean una serie de aspectos éticos y legales. Existen preocupaciones sobre el control y la responsabilidad de estas armas, así como sobre los riesgos de escalada y proliferación. A fin de cuentas, hemos visto demasiadas películas como para saber lo peliagudo que puede llegar a ser darle demasiado poder a una IA y, además, permitirle controlar cualquier tipo de armamento.
