Allá por el año 2018, el nombre de Greta Thunberg comenzó a resonar en todas las calles. Una chica sueca, de tan solo 15 años, decidió no ir a clase y apostarse delante del Parlamento de su país para pedir que aumentase la preocupación por el medioambiente. Y, sin saberlo, acabó haciendo historia.
Su nombre completo es Greta Tintin Eleonora Erman Thunberg, aunque todos la hemos conocido sencillamente como Greta Thunberg. Sorprendió al mundo entero al mostrar una fehaciente preocupación por el medioambiente, sobre todo porque lo hizo a una edad muy temprana. Gracias a eso, ha sido condecorada y premiada a lo largo de sus escasos años de vida.
Pero ¿quién es en realidad esta activista? ¿Qué hace ahora que ya no es una niña activista, sino una joven concienciada? Vamos a dar un breve repaso por su vida, sus logros y su presente. ¡Acompáñanos!
Greta Thunberg: una niña preocupada
Pese a que lleva años en el candelero periodístico, realmente esta joven nació en el año 2003. Lo hizo en Estocolmo, Suecia, de unos padres bastante conocidos. Su padre, Svante Thunberg, es actor, mientras que su madre se dedica al mundo de la canción. El nombre de ella es Malena Erman, y quizá te pueda sonar porque en el año 2009 representó a Suecia en Eurovisión.
Según cuenta la propia Thunberg, fue en el 2011 cuando escuchó por primera vez hablar del cambio climático. Y, pese a lo joven que era, no comprendía cómo el mundo podía estar callándose ante algo tan grave.
Sus primeros pasos como activista comenzaron desde la tranquilidad de su hogar, donde comenzó a instar a sus padres que redujeran su huella de carbono. Parecía sencillo: no consumir carne, ser consciente de qué contaminaba más, renunciar a ciertos privilegios como viajar en avión. Sus padres jamás le pusieron límites en este sentido, y ella creyó que realmente podía cambiar el mundo. Ella podía ser el detonante de ese cambio social que tan necesario creía.
Asperger: su superpoder
Su vida se complicó en el año 2014. De repente, Greta Thunberg comenzó a tener problemas para relacionarse con todo aquello que le rodeaba. Se mostraba aletargada, entró en depresión y pasó por una etapa de mutismo en la que no se comunicaba con nadie. Sus padres contactaron con profesionales, y estos llegaron a un diagnóstico: tenía trastorno obsesivo-compulsivo, mutismo selectivo y síndrome de Asperger.
Thunberg lo tuvo claro desde el primer momento, y así lo transmitió en una entrevista en The Guardian: el Asperger no era un problema para ella, sino un superpoder. Sí, es cierto que admite que la limitó durante un momento de su vida, pero ha pasado a verlo como algo que la hace “diferente a la norma”, y considera esto algo positivo.
Ella misma ha señalado que cree que su preocupación por el medioambiente puede tener que ver con su forma de ver el mundo. Lo ve de una manera más severa, dura, sin filtros. Y, aunque hay quien la ha criticado fervientemente por tener este trastorno, llegando a llamarla “perturbada”, ha demostrado ser una chica muy consciente del mundo que la rodea.
Si quieres saber más sobre su historia personal, debes saber que Malena Ernman escribió un libro sobre esto, titulado ‘Escenas del corazón’.
Una lucha incansable
Greta Thunberg comenzó en 2018 a luchar de forma pública. En ese momento, decidió que no iba a ir a clase y que sus prioridades eran otras. Era el 20 de agosto cuando comenzó su huelga escolar, y señaló que no iría a clase hasta las elecciones del 9 de septiembre. Reclamaba más preocupación por parte del Gobierno sobre un tema que ella consideraba fundamental: la ola de calor en Suecia. Esta había llegado a tal punto que los incendios forestales se habían multiplicado ese verano.
Finalizaron las elecciones, pero no su lucha: cada viernes, acudía al Gobierno para reivindicar un cambio. Eso hizo que miles de estudiantes se lanzaran a las calles, convencidos por los discursos de Thunberg. Estos se editaron y se publicaron posteriormente en un libro, cuyo nombre es ‘Nadie es demasiado pequeño para marcar la diferencia’.
Y su nombre comenzó a sonar. En 2019, la revista Time la señaló como una auténtica líder y ejemplo a seguir. Desde entonces, ha continuado participando en una gran cantidad de eventos y ha ganado protagonismo a nivel internacional. Tanto es así que ha ofrecido discursos en las Naciones Unidas, ha participado en el Foro Económico Mundial y ha sido recibida por personalidades de todo el mundo. En el año 2019, por ejemplo, Amnistía Internacional la galardonó como Embajadora de Conciencia. Y en 2020 continuó recibiendo premios, entre ellos el Human Act Award y el Gulbenkian Prize for Humanity. En ambos casos, donó el importe monetario al completo.
El efecto Greta Thunberg
Thunberg ha servido como inspiración a una inmensa cantidad de jóvenes; tantos, que incluso se ha denominado el efecto Greta Thunberg. No solo eso, sino que, con sus discursos, ha conseguido hacer reflexionar a buena parte de la población. Ella siempre ha aseverado que nos encontramos en medio de una crisis existencial, y que la generación actual de adultos es la principal responsable del cambio climático. Y, además, que este tendrá un efecto devastador sobre los jóvenes de hoy en día.
Por supuesto, esto también le ha costado críticas demenciales por parte de personalidades relevantes, como Donald Trump. Pero ella ha continuado con su lucha, incansable.
¿Qué hace ahora Greta Thunberg?
Lo último que hemos sabido, al menos con respecto a la prensa, sobre esta activista es que sigue luchando. En enero de este mismo año, fue retenida por la policía en Alemania tras luchar contra la demolición de Lutzertah. Al parecer, querían demoler parte del pueblo para ampliar una mina de carbón, y eso provocó una protesta activa por parte de la población
Además, ahora ha dado el salto a las editoriales. Con tan solo 20 años, ha conseguido reunir a más de 100 expertos sobre el cambio climático para escribir uno de los compendios más completos hasta el momento. Este libro se llama ‘El libro del clima’, y expone de forma muy completa la problemática real a la que nos enfrentamos.
Está compuesto por un total de 84 capítulos, y han participado personalidades como Margaret Atwood o George Monbiot, preocupados por la situación de nuestro mundo. Quizá ya no sea tan dada a lanzarse a las calles, pero la lucha de Greta Thunberg continúa.
