Afortunadamente, cada vez hay más estudios acerca de la mujer en la historia, con tendencias historiográficas muy marcadas sobre un grupo de personas que siempre ha ocupado el 50% de la población mundial y que, desafortunadamente, nunca se ha tenido en consideración hasta la actualidad. Hoy, vamos a analizar la historia de Ada Lovelace, la primera gran programadora de la historia.
El primer algoritmo
Ada Lovelace es considerada como la primera programadora de la historia. A día de hoy, en pleno siglo XXI, es un auténtico referente para las mujeres en el ámbito científico y tecnológico. Esta brillante científica nació en 1815 en Londres, Inglaterra; hija de la condesa de Lovalace, y única hija legítima del poeta lord Bryob y Anne Isabella Milbanke.
En el momento de su nacimiento, Inglaterra era la gran dominadora del mundo y su poder estaba en su punto más álgido como consecuencia de la victoria frente a Napoleón en Waterloo.
En medio de esta situación de crecimiento económico, político y militar, Lovelace creció para ser una mujer aristócrata, matemática y escritora de gran talento. Por su de noble cuna, creció con personalidades de la más alta noble inglesa como Florence de Nightingale, pionera de la enfermería moderna, Charles Dickens o Charles Babbage, científico de la computación.
De todos los personajes del momento, la conexión que tuvo con Chales Babbage fue especial, ya que Lovelace estudio bajo su tutela y trabajó en el desarrollo de la máquina analítica que el mismo Baggage había desarrollado. Desgraciadamente, esta máquina nunca llego a construir, pero fueron los primeros pasos para la invención de un ordenador capaz de realizar cálculos matemáticos complejos.
Lovelace, tras los pasos de Charles Babbage
Aunque la máquina de Baggage nunca llegó a construirse, no podemos pasar por alto los interesantes estudios que realizó la protagonista de la historia de hoy. Gracias a ella, se sentaron las bases para el desarrollo posterior de la programación.
En concreto, Ada describió un sistema por el cual la máquina podría usarse para generar cualquier tipo de información a través de una teoría mediante la cual el motor podría repetir una serie de indicaciones, con el objetivo de poder ejecutar reiteradamente la misma secuencia de código. De esta manera, Lovelace desarrolló por primera vez un sistema en bucle y que más tarde fue concebido como el primer sistema de programación, lo que le convierte en la primera programadora de la historia.
Su aportación a la ciencia no termina aquí, ya que, Ada Lovelace describió la manera en la que se podrían crear códigos para este mecanismo analítico, que funcionaba con tarjetas perforadas para calcular multiplicaciones y divisiones, así como computar letras y símbolos, además de número para ejecutar operaciones matemáticas.
Los estudios llevados a cabo por Ada y Baggage provocó el lanzamiento de un artículo donde ella firmó con sus iniciales para preservar su identidad y anonimato. La aristócrata, desarrollo su artículo en inglés y francés, aunque quiso que todo el mundo tuviese acceso a sus conocimientos, creando una serie de “notas de traducción” para complementar el artículo y que todo el mundo pudiese llevar a cabo la práctica citada.
A día de hoy, los primeros pasos llevados a cabo por Ada Lovelace se aplica en todos los contextos en los que se requiere un código más con gran seguridad, de ahí que se utilice para ejércitos, empresas aeronáuticas, ingeniería aeroespacial o gestión del tráfico aéreo.
Premios Ada Lovelace
Actualmente, existe una distinción denominado Ada Lovelace, un premio concebido por la Association for Women in Computing de los Estados Unidos. Se trata de un reconocimiento creado en 1981 que se concedió por primera a Thelma Estrin, por sus aportes e investigaciones a la ingeniería biomédica.
Este premio se concede a las personas que han desarrollado logros de vital importancia para el desarrollo de la humanidad, como logros científicos/técnicos sobresalientes y/o servicios extraordinarios a la comunidad informática.
