imagen de un corazón humano

Judah Folkman, muchos le deben la vida a su marcapasos

Una de las mentes más brillantes de la ciencia y la medicina.

Que la medicina y la ciencia avanzan a pasos agigantados no es ningún secreto para nadie. Sin embargo, en muchas ocasiones, es habitual que en gran parte de los avances que tienen un gran impacto en nuestro día a día desconozcamos por completo su autoría. Este es el caso del marcapasos y de Judah Folkman. Te contamos todos los detalles. 

La historia de la medicina está repleta de una gran cantidad de nombres propios que tienen un impacto más que notable en nuestro día a día. De entre todos, la figura de Judah Folkman, fallecido en el año 2008, es una de las principales. Habiendo sido uno de los especialistas cuyos conocimientos han permitido luchar contra el cáncer y la problemática que se desprende del mismo. En este artículo vamos a iniciar un repaso a su carrera y, además, nos vamos a detener en uno de los grandes inventos que desarrolló: el marcapasos. A continuación te contamos todo lo que tienes que saber al respecto. 

imagen de judah folkman
Imagen del JCI

El desarrollo del primer marcapasos

Judah Folkman está considerado como un pionero en la medicina moderna. Desde sus inicios en la universidad de Harvard, no tardó en convertirse en una de las mentes más prometedoras de la medicina. Antes de su impacto en la oncología, que detallaremos más adelante, Folkman dejó su marca en el mundo de la cardiología al desarrollar el primer marcapasos atrioventricular implantable. Un instrumento que actualmente consideramos como algo normal, pero que presencia ha cambiado por completo las reglas del juego de la medicina. Este innovador dispositivo surge de la necesidad de tratar de manera efectiva los trastornos del ritmo cardíaco. Un escenario que hasta este descubrimiento estaba considerado como uno de los grandes desafíos. 

Para su desarrollo, el doctor aplicó un enfoque innovador capaz de mezclar varias áreas: entre ellas, la ingeniería, la fisiología y la medicina. Con los conocimientos obtenidos por parte de las tres, fue capaz de idear un dispositivo que no solo estimulaba los latidos del corazón, sino que era capaz de replicar la secuencia natural de activación cardíaca, esencial para el funcionamiento eficiente del órgano. Este marcapasos no solamente fue revolucionario por su funcionalidad. También por su capacidad para ser implantado, mejorando la calidad de vida de los pacientes con arritmias severas de un modo muy simple. 

El marcapasos fue el primer hito de la carrera de Folkman. Tras él, llegaron varios más. Como, por ejemplo, su descubrimiento de la angiogénesis que te detallaremos a continuación. 

Un cambio en la lucha contra cancer

Además de lo ya mencionado, en el año 1961, Folkman fue capaz de distinguir algo revolucionario: los tumores generaban nuevos vasos sanguíneos para crecer. Un proceso bautizado como angiogénesis, desconocido por completo hasta el momento de su descubrimiento. Para Folkman, si bloqueábamos estos vasos sanguíneos iba a ser posible combatir el cáncer de una manera nueva y menos invasiva. Sin embargo, tuvieron que pasar muchos años hasta que la comunidad médica y científica valoró su trabajo como debía. No fue hasta 1971, cuando sus teorías sobre la angiogénesis fueron publicadas en el ‘New England Journal of Medicine’, que su trabajo comenzó a ganar el reconocimiento que merecía.

Tras muchas décadas de investigación, Folkman y su equipo desarrollaron los primeros inhibidores de la angiogénesis: la endostatina y la angiostatina. Con ellos, se abría la puerta a un nuevo enfoque en el tratamiento del cáncer, marcando el inicio de la terapia antiangiogénica. Hoy en día, esta estrategia es fundamental en la oncología, ofreciendo esperanza a pacientes con diversas formas de cáncer.

Además de todo lo anterior, el impacto de Judah Folkman en la medicina va más allá de descubrimientos como los que hemos mencionado previamente. Este doctor fue un visionario que predijo el futuro de la biotecnología, especialmente en el campo de la oncología. Creía firmemente que se descubrirían más inhibidores de la angiogénesis y que estos serían fundamentales para evitar el crecimiento de tumores de manera no tóxica y sin desarrollar resistencia. Todo ello cobra, además, una mayor importancia si tenemos en cuenta que todo lo que introdujo en el campo médico sufrió un gran escepticismo inicial.

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