Todo el mundo reconoce a Pedro Duque como el primer astronauta español y uno de los mejores profesionales y científicos españoles que trabajan en la NASA. Sin embargo, existen otros profesionales españoles que también merecen reconocimiento por su trayectoria y por sus resultados en la Agencia Espacial más grande del mundo. En este artículo, se hablará de Begoña Vila, una de las investigadoras más destacadas de la NASA en el estudio de las galaxias espirales.
Apuntaba maneras desde pequeña
Begoña Vila inició sus estudios de astrofísica en la Universidad de Santiago. Tras concluir su etapa en su universidad provincial, viajó al Instituto de Astrofísica de Canarias en 1981, donde concluyó sus estudios universitarios.
Después de concluir su formación universitaria, comenzó su doctorado en la Universidad de Manchester en 1989, donde presentó interesantes planteamientos respecto a los estudios del universo.
Posteriormente, trabajó en un laboratorio especializado en la construcción de pequeños satélites, conocidos como CubeSats. Sin embargo, poco tiempo después recibió el proyecto más importante de su vida, en concreto, la construcción del Fine Guidance Sensor (FGS) que llevará el telescopio espacial James Webb.
Este proyecto se llevó a cabo en una empresa canadiense bajo la dirección de la Agencia Espacial Canadiense y los resultados fueron increíbles, donde maravilló a toda la comunidad científica, incluso la NASA, donde poco tiempo después, la contrató como ingeniera de sistemas a través de una empresa externa hasta que consiguió su primer contrato dentro de la NASA.
Protección científica de primer nivel
Desde el 2013, Begoña Vila se convirtió en una persona de referencia para decidir las pruebas que se realizarán al sensor, sus operaciones en órbita, limitaciones, componentes de software, es decir, todos los proyectos de área pasan por su supervisión, análisis y aprobación.
Junto a la labor de desarrollo de software, también es la coordinadora de todos los instrumentos científicos para realizar las pruebas frías. Este concepto mencionado tiene una importancia vital de cara al desarrollo de la vida en las naves del espacio, ya que, en dichas pruebas, se comprueban que los instrumentos se comportan de forma correcta y registran bien los datos tras duplicar las condiciones a las que se verá sometida la nave en el espacio, donde las temperaturas son de 40 grados Kelvin (-230 grados centígrados) y reina el vacío.
Actualmente, Begoña Vila dirige el proyecto James Webb, que engloba a más de mil personas y maneja un presupuesto de más de 9.500 millones de euros, siendo la consecución de tantos años de trabajo, esfuerzo, ensayo de pruebas y error y un sinfín de problemas, pero obteniendo los resultados que le permite conocer su gran pasión: el universo y en concreto, las galaxias espirales.
El proyecto James Webb permite observar en la longitud de onda de los rayos infrarrojos, lo que permite mirar hacia atrás en el espacio, ver las primeras estrellas y galaxias que se formaron después del Big Bang y cómo evolucionaron hasta convertirse en las que vemos en la actualidad. Además, también puede observar a través de las nubes de polvo, dónde se forman las estrellas y planetas y puede observar la composición de sus atmósferas, buscando en particular planetas como la Tierra y señales de vida, es decir, detectar la presencia de agua u otros componentes que pueden generar forma de vida orgánica como las que tienen lugar en la tierra.
Méritos y reconocimientos
Los resultados de sus investigaciones, le ha llevado a recibir numerosos premios y distinciones, incluyendo la medalla Exceptional Public Achievement de la NASA en 2016, el premio María Josefa Wonenburger Planells en 2017, y la medalla al Logro Público Excepcional de la NASA recientemente.
En 2021, recibió el premio otorgado por la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias de FEDEPE en la categoría Premio Internacional, y fue galardonada con el título honorífico de Viguesa distinguida en 2022. Además, entró en el grupo de Gallegos del Año del Correo Gallego en 2019, en la lista Forbes de las 100 mujeres más influyentes en España y en el top 10 mujeres españolas en el extranjero por Mujeres&Cía.
En conclusión, Begoña Vila dice que su mayor premio han sido sus tres hijos, los cuales, reconoce que es la mayor alegría de su vida, aunque no ha sido fácil compatibilizar su éxito profesional con la labor de investigación y gestión de tanto personal.
