La colonización de nuestro satélite cada día que pasa se vuelve menos utópico y más real y avances como el que ha llevado a cabo el científico español Francisco Javier Medina y su equipo, confirma que poco a poco la vida de forma permanente es cada vez más posible. Sigue leyendo que te lo contamos todo.
Crear una colonia humana en un territorio inhóspito para la vida supone un gran esfuerzo para una comunidad, pero pensar los difíciles que tiene que ser desarrollarlo con unos recursos limitados y sin componentes tan importantes como el oxígeno y una atmósfera para desarrollar simplemente la producción de alimento. Sin embargo, el científico español Javier Medina ha realizado una serie de investigación que responden a uno de los grandes enigmas de la vida en la Luna, como la conocemos en la tierra.
Ciencia Madie in Spain
El científico Francisco Javier Medina (Toledo, 1952), investigador en el Centro de Investigaciones Biológicas Margaritas Salas (CIB-CSIC) ha llevado a cabo junto con su equipo el primer experimento europeo de biología de plantas en la incipiente Estación Espacial Internacional (ISS).
Gran parte del éxito de este proyecto tuvo lugar gracias a Pedro Duque, exministro de Ciencias e Innovación que en 2003 llevó a cabo la Misión Cervantes y que, por vicisitudes del destino, se produjo un accidente en el transbordador espacial Columbia el 1 de febrero de ese año en su reingreso en la atmósfera, dando más margen a Medina y su equipo para completar sus experimentos y poder llevarle la documentación preparada a nuestro astronauta.
Pedro Duque, durante sus entrenamientos a las afueras de Moscú, recibió la visita de los científicos que le dieron las instrucciones y el material necesarios para conseguir las diferentes muestras de nuestro satélite, obteniendo un total de 24 muestras en diez días dentro del programa de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Gracias a la labor llevada a cabo por Pedro Duque, los problemas de la nave espacial, las investigaciones del equipo de científicos del CSIC junto a la colaboración de la NASA y la ESA, Medina preparó con el científico estadounidense John Kiss el experimento que dio lugar en 2009 al proyecto Seedling Growth, con el que ambos equipos acaban de recibir el premio NASA Group Achievement.
Muchos problemas resueltos
Si has visto la película de Marte, seguro que recuerdas cómo Matt Demons consiguió vivir varios años en el planeta rojo y como este científico se convirtió también en agricultor. Ahora bien, este ejercicio de supervivencia está lleno de problemas y de complejas ecuaciones difíciles de resolver para que podamos cultivar de forma eficiente en nuestro satélite.
Para cultivar una planta en el suelo marciano, lo primero que tenemos que hacer es ser capaz de replicar la atmósfera terrestre y después, complementar los compuestos del suelo de la luna con elementos que permiten el desarrollo del cultivo, puesto que el suelo de la luna, a pesar de que tenga muchos elementos común con el terrestre, no tiene los “ingredientes” que permite nutrir una planta por sí solo.
Los problemas para una posible producción de alimentos en la Luna no termina aquí, puesto, un elemento intrínseco que tiene la tierra es la gravedad, aspecto que no existe en la Tierra y no en la Luna y que permite que las raíces crezcan hacia abajo y con el tallo y las hojas hacia arriba.
Las plantas, conscientes de que están en una situación anómala, generan mecanismos de defensas a través de un tejido meristemático, que le permite tener una reserva de células preparadas para especializarse ante cualquier situación. Estas se localizan tanto en el tallo como en la raíz y son unas células fundamentales y clave para que estas puedan sobrevivir en la Luna.
El problema es que este sistema de defensa funciona gracias a la gravedad, lo que supone un gran problema porque como hemos dicho anteriormente, no hay gravedad suficiente. Sin embargo, el equipo de científicos dirigido por Francisco Javier Medina, planteo la siguiente posibilidad, utilizar el fototropismo que el crecimiento dirigido por la luz, como fuente capaz de permitir el desarrollo y estabilización de las plantas en la luna, siendo uno de los objetivos del proyecto Seedling Growth junto con un equipo norteamericano de la NASA.
A modo de conclusión, nuevamente científicos españoles como Francisco Javier Medina ofrecen datos sumamente interesantes para el avance de la ciencia y resuelven preguntas tan complejas como la posibilidad de alimentarse de forma constante y cultivar plantas y que, de conseguir este hito, la ciencia habría dado casi un salto definitivo para establecer poblaciones en la Luna.