Todos los dispositivos electrónicos disponen de un software que les da las órdenes para funcionar. Esto incluye desde los que tienes más a mano hasta los que están lejos de la tierra. Lo más importante es que estos dispongan de todo lo necesario para funcionar en cualquier condición y que los programas utilizados cuenten con los últimos avances de mejoras y protección. Por eso la NASA actualiza sus satélites y lo hace de una manera muy curiosa.
Por si te lo habías preguntado en alguna ocasión, sí, los satélites de la NASA también reciben mejoras por software aunque no estén conectados a una red de Internet convencional, estén donde estén.
La sonda Voyager 2 se actualiza, aunque esté a más de 19.000 millones de Km
Es un hecho que los satélites gobiernan cada vez más el espacio, al menos el más cercano a la Tierra. Lo que pasa es que no son los únicos elementos que van por el espacio, ya que hay sondas que están pensadas para la investigación de todo lo que ocurre más allá de la frontera galáctica. Una de las más longevas es la sonda Voyager 2, la cual lleva nada menos que 50 años de servicio.
Si lo comparamos con cualquier aparato, eso supone un tiempo más que amplio en lo que funcionamiento se refiere y curiosamente su mantenimiento de software no se ha podido hacer en la Tierra. Sin embargo, esto no parece afectarle y todo gracias a que también recibe actualizaciones.
Aunque no te lo creas, sin Internet también es posible mandar actualizaciones y recibir información de elementos electrónicos lanzados al espacio. Es cierto que los tiempos de carga son mucho mayores, pero ahora mismo sigue siendo el método más fiable para que el aparato reciba los datos que la agencia espacial quiere mandar para que todo funcione correctamente en su viaje.
Concretamente, La actualización de la Voyager 2 tardó casi 18 horas hasta que finalmente se instaló para continuar con su camino por la galaxia en busca de nuevos datos. Esto no solo ayuda a intercambiar datos, sino a comprobar que dentro de la sonda todo funciona a la perfección.
Una actualización necesaria
Como puedes ver, es muy tedioso hacer una actualización remota a una sonda. Consume mucho tiempo, pero sin duda ayuda a realizar un mantenimiento periódico en su momento con más cercanía a la Tierra. Pero llegados a este punto ¿Cuál podría ser un motivo de peso para actualizar una sonda?
La respuesta no es otra que hacer una reestructuración de los cálculos necesarios para que todo funcione a la perfección. Son muchos años los que han pasado, motivo más que suficiente para echar un vistazo a lo que la sonda recibe en sus análisis y luego manda la Tierra. De hecho, esto no es algo nuevo ya que la NASA recibió algunos datos erróneos de la sonda, algo que también pasó con la Voyager 1 y que ahora parece estar solucionado, al menos de momento.
