Es un hecho que la inteligencia artificial está cada vez más presente en el ámbito científico y su utilización está demostrando que es una gran herramienta. Una de las cosas. Y es que el software inteligente es capaz de recopilar e interpretar todo tipo de datos mucho más rápido de lo que lo hace un humano, hasta el punto de ofrecer datos sobre la forma en la que los bebés aprenden a hablar.
Para muchos padres, la capacidad de entender a sus hijos se resume en interpretar los balbuceos de una forma u otra. Eso por no hablar de la forma en que se interpretan los gestos o señales que, curiosamente aprenden de ver el comportamiento de los adultos o de lo que ellos mismos les enseñan.
La IA estudiará la forma en que los bebes hablan
Todos hemos sido bebés en algún momento, seres desprotegidos que lo único que podían hacer para comunicarse era llorar para solicitar atención o incluso comer. Con el paso del tiempo, cuando cada uno ha sido consciente de sí mismo ha usado otras formas de comunicarse como es el caso de señalar algo o intentar balbucear para ponerse al nivel de los adultos en el habla.
Sin embargo, muchos se preguntan en qué momento los niños aprenden a hablar y es una duda en la que la ciencia recurrirá a la IA para entenderlo mucho mejor. Hay diferentes métodos con los que hacer que desarrollen mejor el habla, incluso algunos logran decir sus primeras palabras antes que otros, pero debe haber un momento claro donde empiezan a comunicarse.
Y es que un estudio publicado en la revista Science pone en valor el trabajo de un equipo de investigación de la Universidad de Nueva York. A través de una cámara se han seguido los pasos del primer año de vida de un niño para entender cómo aprendían ellos hablar. Puede que para muchos se trabaje de un trabajo de observación, pero lo cierto es que la IA tiene mucho que ver.
Resulta que, por lo que dice el doctor en psicología, Wai Keen Vong, “los humanos necesitan solo unos pocos miles de palabras para alcanzar un sistema de comunicación eficiente”, añade. De este contraste, nació el interés en investigar si una IA sería capaz de aprender a hablar de la misma forma que los niños: observando su entorno, escuchando a las personas que los rodean y conectando puntos entre lo que ven y oyen.
El estudio ha llegado a algunas conclusiones como que, gracias a la cámara que tenía el pequeño en un casco, se ha logrado obtener concordancias de algunos sonidos con objetos o juguetes cotidianos, por lo que es posible obtener información de los niños en función de lo que interpretan o los adultos les enseñan.
Un gran paso para los niños y también para la IA
El desarrollo de cualquier actividad se demuestra gracias a su práctica, algo que los humanos han inculcado a la inteligencia artificial. Son muchos los trabajos que se están realizando con pruebas de ensayo y error gracias a que los softwares inteligentes son capaces de obtener datos, interpretarlos, y devolverlos de tal forma que cada vez den mejores respuestas.
Sin embargo, aprender a hablar desde cero, sin ninguna forma de saber cómo usar algo como son las cuerdas vocales, es más complicado. En el caso de la IA necesitaría de algún tipo de aparato fonador para ponerse a funcionar y hablar con las personas algo que podría tener con un sintetizador de voz.