Gracias al lanzamiento de múltiples sondas al espacio hemos conocido muchos elementos que hay esparcidos por el espacio. No solo nos encontramos con asteroides gigantes, también con un montón de planetas en los que algún día el ser humano podría poner su huella, aunque para eso hace falta viajar por el espacio. Durante esos viajes también se pueden observar regiones como son los agujeros negros, los cuales han demostrado hundirse en alguna de sus partes.
Esto puede ser un tanto raro para cualquiera que lo lea, ya que estos cuerpos astrales no deberían tener este tipo de características, aunque existe una razón de peso para explicarlo.
Los astros más temidos del Universo
El espacio está lleno de cuerpos astrales de todo tipo. Anteriormente, te hemos citado algunos, y solo unos pocos pueden suponer un problema para la vida tal y como la conocemos. Los asteroides, si se recolocan de tal forma que su trayectoria se cruza con la de la Tierra, podría suponer un grave problema, pero por suerte tenemos sistemas de defensa interplanetaria que funcionan muy bien y que prevén estos problemas con antelación.
Por desgracia, para luchar contra el segundo no hay mucho que hacer por la fuerza de succión que tienen los agujeros negros. Es por todos conocido el proceso que sufre todo cuerpo que se traga con la famosa espaguetización que se resuelve únicamente con la muerte o destrucción total del cuerpo. Sin embargo, un estudio ha determinado una característica de lo más sorprendente y es que estos cuerpos se hunden en una de sus regiones.
Resulta curioso conocer esta propiedad, pero los astrofísicos ya hablan de la que han denominado como región de inmersión que hace que estos cuerpos sean aún más temidos si cabe.
La fuerza gravitatoria más potente de todas
Pues si, parece que los agujeros negros se hunden en alguna parte de su forma y esto se ha descubierto gracias a los datos de los ayos X recopilados por dos de los telescopios más importantes de la NASA: el NICER y el NuSTAR.
Ambos han logrado demostrar la importancia de la teoría de la gravedad propuesta por Einstein, la cual afirma que cerca de los agujeros negros es imposible que las partículas sigan órbitas circulares, sino que son absorbidas a su interior a la velocidad de la luz. Y es aquí donde entra en juego esta región, que es la que atrapa a estos elementos con fuerza su interior.
Lo que llama la atención es que hasta ahora no había sido posible demostrar la presencia de este campo gracias a este estudio que ha podido demostrarlo con el estudio de los agujeros negros más cercanos a nuestro planeta. Eso si, esta región actúa como un punto de no retorno, ya que lo único que se puede experimentar desde este punto es ni más ni menos que el descenso irrefrenable al interior del agujero negro y, por lo tanto, a la desintegración de la materia que succiona.
El próximo procedimiento que se va a llevar a cabo es la búsqueda de nuevo equipamiento para realizar un estudio más a fondo y entender mejor el funcionamiento de esta sección y filmarlo para la posteridad y su demostración científica.