Las tecnologías de carga rápida de los móviles modernos son un avance que nos permite disfrutar de nuestros dispositivos sin tener que esperar horas para que se recarguen. Ejemplos como la tecnología TurboPower de Motorola nos sirven para demostrar cómo han cambiado estas prestaciones nuestra vida.
La carga rápida, sobre el papel, no tiene mucho misterio. Consiste en aumentar la potencia que se envía a la batería del móvil para que se llene más rápido. La potencia se mide en vatios (W) y depende del voltaje (V) y la intensidad (A) que se aplican al circuito eléctrico. A mayor potencia, mayor velocidad de carga. Pero claro, para que esto sea posible, hay que contar con diferentes medidas de seguridad.
Por ello, estos sistemas cuentan con diferentes elementos de protección y control que evitan que la batería se sobrecaliente, se dañe o se incendie. Hablamos de una tecnología que se encarga de regular el voltaje y la intensidad que se envían a la batería según su nivel de carga y su temperatura. Además, los sistemas de carga rápida se las apañan para evitar aplicar la misma potencia durante todo el proceso. Normalmente, usan una potencia más alta al principio, cuando la batería está vacía o tiene poca carga, y luego la reducen progresivamente a medida que se acerca al 100%. Esto evita que la batería se estropee antes de lo debido o se degrade más que otros componentes que se cargan, digamos, de forma más clásica.
Pero no hay que olvidarnos de las propias celdas. Las baterías modernas usan materiales y diseños que resisten mejor las altas potencias sin perder capacidad ni vida útil. Por ejemplo, algunas baterías usan electrolitos líquidos o sólidos que mejoran la conductividad y la estabilidad química.
Diferentes tecnologías de carga rápida
No todas las baterías pueden soportar la misma potencia, ya que depende de su capacidad, su química y su diseño. Por eso, cada fabricante desarrolla su propia tecnología de carga rápida, adaptada a sus modelos de móviles. Algunas de las más conocidas son:
- Quick Charge de Qualcomm: Una de las más extendidas, ya que Qualcomm es el principal proveedor de procesadores para móviles Android. Su última versión es la 5.0, que promete cargar el 50% de una batería de 4.500 mAh en solo 5 minutos, con una potencia máxima de 100 W.
- Super Charge Turbo de Xiaomi: La tecnología más potente del mercado, con una capacidad de 200 W. Según Xiaomi, puede cargar una batería de 4.000 mAh en solo 8 minutos, o el 10% en solo 44 segundos.
- SuperCharge de Huawei: La alternativa de Huawei, con el mismo nombre que la de su rival chino, ofrece una potencia de hasta 66 W. Permite cargar una batería de 4.400 mAh en unos 45 minutos, o el 60% en solo 15 minutos.
- Super Fast Charging de Samsung: Este es el sistema que emplea Samsung en sus buques insignia, con una potencia de hasta 45 W. Según Samsung, puede cargar una batería de 4.500 mAh en unos 74 minutos, o el 50% en solo 25 minutos. Es la más lenta de toda la gama alta.
- TurboPower de Motorola: es la tecnología que utiliza Motorola en sus móviles, con una potencia variable según el modelo. Por ejemplo, el Moto G100 tiene una potencia de 20 W, que le permite cargar una batería de 5.000 mAh en unas dos horas y media, o el 12% en solo 10 minutos.
El Motorola Edge 40 Pro carga tan rápido que asusta
Uno de los últimos lanzamientos de la compañía tecnológica es el atractivo Motorola Edge 40 Pro, un smartphone que respira aire premium por los cuatro costados. Tiene un diseño elegante, una pantalla curva de alta frecuencia, un procesador potente y un sistema de cámaras versátil. Pero sin duda, uno de sus puntos fuertes es la batería y la carga rápida.
El nuevo gama alta tiene una batería un poco más pequeña que el Edge 30 Pro, ya que su capacidad es de 4.600 mAh. Sin embargo, lo compensa con una carga rápida por cable de hasta 125W, que según Motorola, permite llenar la batería de 0 al 50% en 7 minutos**, mientras que la carga completa se realiza en menos de 20 minutos.
Sin duda alguna, aunque haga años que esperamos ver baterías de móviles que duran una o dos semanas, como antaño, el poder cargar estas celdas modernas en apenas 20 minutos es toda una salvación.