Que la NASA quiere poner al ser humano de nuevo en la Luna es una gran noticia. Han cambiado mucho las cosas desde la última vez que se pisó la roca que orbita en torno a la Tierra, tanto que la agencia ya piensa en crear casas en la Luna. Para muchos puede tratarse de una locura, pero lo cierto es que ya se están dando pasos hacia adelante.
Una de las cosas que se deben tener en cuenta es que los materiales de fabricación serán diferentes y, por si fuera poco, se tendrá que llevar material desde la Tierra. Se trata de uno de los mayores retos realizados por la agencia hasta la fecha, sobre todo por el hecho de dejar gente viviendo más allá de la estratosfera.
Una casa en la Luna impresa en 3D
Puede que esto fuera el sueño de cualquier niño amante de las estrellas: tener una casa en la Luna. También lo sería de muchos que pensaron que en pleno 2023 ya tendríamos, por lo menos, coches voladores surcando los cielos, pero ni lo uno ni lo otro. De hecho, lo que hay de momento son planes para que el ser humano viva en la Luna y todo gracias a un nuevo proyecto de la NASA.
La agencia espacial ha puesto en marcha lo que ha denominado Proyecto Olimpo, una misión en la que tienen la intención de llegar al satélite y montar una estructura habitable para que el ser humano pueda mantenerse en ella. Como te puedes imaginar, se trata de un plan ambicioso para el que necesitará la ayuda de la tecnología para conseguirlo.
Por eso se asociará con ICON una compañía de impresión 3D que será la encargada de poner la maquinaria a funcionar sobre la superficie lunar. Esto elimina los costes y los recursos que supondría tener a varias personas construyendo, pero aún quedan pendientes unos problemas que solucionar.
Recursos de la Tierra a la Luna
No cabe duda de que llevar al ser humano a la Luna es todo un acontecimiento, pero que habite en ella es un gran paso. Supondría el inicio de la colonización de la especia más allá del planeta natal, lo que abriría muchas puertas en el futuro. Sin embargo, hay que tener claros ciertos aspectos como es llevar la maquinaria hasta el cuerpo astral, algo que ocurrirá en 2040 si el proyecto sigue adelante.
Puede que esto sea lo que está más claro, y es usar un cohete en el que viaje la impresora y luego desplegarla sobre la superficie. Por otro lado, esta necesita operarios que supervisen el procedimiento del aparato, el cual lleva ya tiempo funcionando en suelo terrícola con excelentes resultados.
Pero hay otros escollos que se deben salvar, como es el caso de los tiempos de construcción, la temperatura a la que trabajará el aparato y de dónde se sacarán los recursos que pasarán por el extrusor y que se solidificarán posteriormente para hacer las paredes de la casa. Lo más probable es que se utilice algún tipo de hormigón resistente, aunque puede que se use parte de la roca como material de construcción.
De momento, son preguntas de las que no hay respuestas claras, aunque Niki Werkheiser, director de maduración tecnológica de la NASA, se siente muy optimista y ha dicho en unas declaraciones que recoge Forbes que “tenemos a todas las personas adecuadas juntas en el momento adecuado con un objetivo común, y es por eso que creo que lo lograremos”.