Sin duda la carga inalámbrica de la batería (que realmente deberíamos denominar como Carga por contacto) es una de las cualidades más deseadas para nuestros smartphones por la comodidad que supone al no tener que introducir el cable y tan solo apoyar el teléfono en la base. Pero ¿es realmente tan rápida la carga inalámbrica como la carga con cable?
Básicamente la tecnología de los cargadores inalámbricos consiste en generar un campo electromagnético (mediante bobinas de inducción) que emite energía que la batería del smartphone capta si está preparada para ello. Pero esto no responde a la pregunta ¿verdad?
La respuesta rápida es… depende. Depende de la calidad del cargador inalámbrico, de la tecnología del teléfono, etc. Y es que el principal problema viene dado porque no todos los teléfonos son compatibles con los mismos estándares de carga. Es decir, podemos tener un flamante cargador inalámbrico que permita la carga rápida pero tal vez nuestro smartphone (uno que también posea esta característica), no sea compatible con la tecnología de ese cargador, con lo que nuestro gozo en un pozo.
Veamos los diferentes tipos de carga que existen actualmente para los smartphones:
- Carga con cable – La tradicional, la que llevamos usando años y que poseen todos los dispositivos.
- Carga rápida (con cable) – Como su propio nombre indica, es una carga acelerada de la batería. Muy deseada por todos los usuarios (ya que no se consiguen desarrollar baterías que duren más horas), aunque exprime demasiado la batería de nuestro smartphone, restándole ciclos de carga y, por lo tanto, vida útil.
- Carga inalámbrica – Carga sin cables estándar.
- Carga inalámbrica rápida – la tecnología más moderna y, por lo tanto, no disponible en todos los teléfonos.
Así que, respondiendo a la pregunta del título de este artículo, si utilizamos un cargador inalámbrico y un teléfono compatibles completamente, comprobaremos que la carga se efectúa a menor velocidad que si lo hiciéramos por cable (en algunos casos puede suponer hasta el doble de tiempo.
Asimismo, si comparamos la carga rápida inalámbrica con la carga rápida por cable, obtendremos el mismo resultado. Además, ya que a través de la carga inalámbrica se produce más energía (y, por tanto, más calor), el consumo energético es mayor y este exceso de calor puede incluso afectar a la batería.
Conclusión: la tecnología de la carga inalámbrica aun está por ser ideal, pero se acerca mucho. Es más lenta que la carga por cable, efectivamente, pero sin embargo es mucho más cómoda y resulta ideal para esas ocasiones en las que no tenemos prisa por cargarlo como, por ejemplo, cuando nos vamos a dormir, que tan solo tendremos que apoyar el smartphone en su base, sin tener que buscar el conector en la oscuridad.