Hay quien aprovecha el cambio de año para cambiar también de portátil. Y, ante sí, se encuentra un panorama de categorías (Chromebook, convertible, portátil al uso…), modelos y configuraciones que aumentan la dificultad de elección. ¿Qué cosas hemos de tener en cuenta a la hora de comprar un portátil nuevo?
Comprar un portátil nuevo puede ser un trabajo muy laborioso de investigación de mercado o representar un simple trámite que puede llegar incluso a divertir. Es importante planificar de antemano la compra teniendo en cuenta varios aspectos como los que vamos a tratar a continuación.
¿Con qué presupuesto cuento y para qué lo necesito?
Seguramente, es el punto (doble) más importante y esencial. No es lo mismo un Chromebook básico que sea eficiente en tareas de colegio e instituto, como el Lenovo IdeaPad 3 Chromebook, que puede comprarse por 319 euros, que un portátil de alta gama como Lenovo ThinkPad X1 Carbon Gen 8 que se consigue en tienda oficial por 1.502,53 euros. Conocer nuestras necesidades reales ayuda mucho a la hora de comprar un portátil y nos ahorra mucho trabajo.
Procesador, memoria RAM y almacenamiento
Estrechamente relacionado con el punto anterior, gracias al procesador del portátil vamos a poder ejecutar distintas tareas. Según las exigencias de las mismas (no es lo mismo ver un vídeo que editarlo), tendremos que decantarnos por un procesador de gama media (en 2021 no bajaríamos de un i5 de Intel o AMD Ryzen 5) o por uno de alta gama. También hemos de tener en cuenta la generación de cada CPU. Hace unos meses, veía la luz la undécima generación de Intel Core para equipos portátiles, mientras que AMD va por su cuarta generación con los Ryzen 5000.
Cada nueva generación mejora en rendimiento y eficiencia frente al anterior. No es lo mismo un i5 de undécima generación que de sexta y esto influirá en las prestaciones que podremos obtener del ordenador, así como en su precio. También influirá en el precio la cantidad de memoria RAM. 8 GB es lo básico que tendremos que exigir a día de hoy para tareas académicas y laborales básicas, así como de ocio en el día a día. Si queremos más RAM, el importe del equipo aumentará.
¿Y la unidad de disco? Hoy en día, mejor asegurarse de que cuenta con una unidad SSD, ya que aligerará el inicio del equipo y las tareas se ejecutarán de manera rápida y efectiva.
¿Vamos a movernos mucho con él?
Otro aspecto importantísimo: ¿nuestro portátil viajará con nosotros allá donde vayamos, lo necesitaremos para trabajar fuera o, por el contrario, permanecerá casi todo el tiempo encima de la mesa conectado, además, a un monitor? Si la respuesta es afirmativa en el primer caso, necesitaremos un portátil muy ligero como Lenovo Yoga Slim 7i, con pantalla de 15 pulgadas, 1,6 kilos de peso y autonomía de hasta 13 horas con carga rápida. En caso contrario, el peso no será una de nuestras prioridades a la hora de comprar.
Pantalla Full HD, imprescindible
El teléfono que sostenemos en nuestras manos es bastante probable que disponga de un panel con resolución Full HD. Sin embargo, y por muy descabellado que parezca, la resolución Full HD en pantallas de portátiles, bastante más grandes que las de móvil, no aparece tanto como nos gustaría. Hemos de asegurarnos que la pantalla tenga, como mínimo, esta resolución. Nuestra vista y nuestro trabajo nos lo agradecerán.
¿Trabajamos con monitores 4K? Esto es importante
Si para nuestra actividad laboral precisamos de un monitor con resolución 4K, es imprescindible que nuestro portátil tenga conexión DisplayPort, ya que soporta hasta resoluciones 8K a 60 fps. Otra alternativa es que el portátil tenga puerto USB Tipo C. Esta conexión tiene las mismas ventajas que el DisplayPort y, encima, es mucho más cómoda de usar.