La aparición de las plataformas de VOD surgió de la mando del streaming. Aunque es cierto que este último se enfoca más al mundo de los videojuegos y el gaming, cualquiera puede hacer un vídeo en directo hablando o enseñando lo que le apetezca.
El éxito de los streams comenzó en YouTube, plataforma que permitió a sus usuarios, además de subir vídeos, realizar retransmisiones en directo. Pronto esta modalidad de contenido adquirió popularidad y las cifras de viewers comenzaron a aumentar. El auge del streaming propició la aparición de plataformas especializadas que le han hecho la competencia a YouTube y se han convertido en referentes del género, como Twitch.
Qué es Twitch y para qué sirve
La propia plataforma se define a sí misma como “el lugar donde millones de personas se reúnen en directo a diario para charlar, interactuar y crear juntos su propio entretenimiento”. Twitch se ha consagrado como la plataforma de live streaming más popular del mundo y, aunque en origen se especializó en contenido relacionado con el mundo de los videojuegos, cada vez es más frecuente ver propuestas musicales, de estilo de vida, deportivas o simplemente momentos de charla entre los usuarios.
Twitch nos permite retransmitir o ver streams de nuestros creadores de contenido favoritos a tiempo real, pudiéndonos comunicar con ellos a través de un chat.
Su origen se remonta a 2011, aunque no fue hasta 2014 cuando el gigante Amazon se hizo con ella por casi mil millones de dólares, después de que sus propietarios no llegasen a un acuerdo con Google. Casi todo el mundo la conoce y la ha usado alguna vez pero, ¿Sabes cómo se utiliza?
Categorías y etiquetas del streaming
A la hora de poner en marcha un directo, el/la streamer selecciona unas categorías y etiquetas determinadas que servirán para que su contenido se localice más fácilmente. Este paso es muy importante, ya que la plataforma las utilizará en los resultados de búsqueda y recomendaciones. Si los directos no están bien etiquetados, será más complicado que lleguen a la audiencia objetivo. Así, podemos buscar un vídeo de ‘Fortnite’ o ‘League of Legends’, creatividad o simplemente just chatting (charlando).
Seguidores y suscriptores
Aunque en principio es posible acceder gratis a la plataforma y los streamings, los propios streamers restringen algunos de sus contenidos. La manera de acceder a ellos es pagando una suscripción Prime Gaming o suscribiéndonos a un canal determinado por el precio de 4,99 $, 9,99 $ o 24,99 $. Cada streamer se queda con un 50 % del importe de la suscripción. Esta es la pequeña diferencia entre los seguidores y los suscriptores. Y, además de poder ver esos contenidos exclusivos, tienen otras ventajas, como emoticonos y emblemas de suscriptor.
¿Cómo hago un streaming?
Para poder “streamear” a través de Twitch, necesitaremos un ordenador medianamente potente con buena conexión a internet, una webcam, un micrófono y un programa de retransmisión como OBS. Tan pronto como tengamos todo esto y hayamos creado nuestra cuenta en Twitch, podremos vincularla con nuestro software de streaming y empezar nuestros directos.
Cómo ganan dinero los streamers y la plataforma
Además de ganar dinero a través de las suscripciones, tanto la plataforma como los streamers pueden embolsarse beneficios a través de las donaciones, del programa de socios y del de afiliados.
Donaciones en streaming
Twitch nos permite enlazar el chat con nuestra cuenta de PayPal o bien crear un panel de donación dentro del streaming para que nuestra audiencia pueda realizar sus aportaciones.
Afiliados
Otra opción que tenemos es formar parte del programa de afiliados de la plataforma, aunque para poder hacerlo necesitamos cumplir una serie de requisitos: transmitir 8 horas en los últimos 30 días, transmitir 7 días distintos en los últimos 30 días, tener una media de 3 espectadores simultáneos (o más) en los últimos 30 días y conseguir (y mantener) al menos 50 seguidores.
Convertirse en afiliado, por supuesto, ofrece una serie de ventajas. Es aquí donde entran esas suscripciones de las que hablábamos antes, pero también los Bits, monedas virtuales que los usuarios compran para enviar Cheers, unos emoticonos animados que se usan para celebrar los mejores momentos. Esto le da al streamer un céntimo por cada Bit. También nos da la posibilidad de introducir publicidad en el canal, lo que generará ingresos, y de enlazar ciertos productos de Amazon que, si los usuarios compran, te reportarán una comisión.
Socios
Todos aquellos que quieran ir más allá pueden hacerlo a través del programa de Socios. Este programa tiene bastantes diferencias respecto al anterior, que podéis consultar aquí, pero principalmente ofrece más posibilidades de personalización y herramientas para el canal. ¿Los requisitos? Transmitir 25 horas, 12 días distintos y conseguir una media de 75 espectadores en los últimos 30 días.
Twitch, la alternativa a YouTube y el futuro de la plataforma
Desde su aparición, Twitch consiguió atraer a casi todos los youtubers que rompían los números haciendo directos en la famosa plataforma de vídeo. Se produjo una “especialización” de las plataformas, de tal manera que YouTube quedó para los vídeos de regularidad x y atemporalidad y Twitch para los directos. El boom de Twitch hizo que YouTube contraatacara y que aparecieran otras plataformas como Mixer, propiedad de Microsoft, o Facebook Gaming, aunque ninguna ha conseguido el mismo éxito que la de Amazon.
A pesar de que los números de Twitch ya eran buenos y se observaba una tendencia ascendente en lo que a número de viewers se refiere, es cierto que el confinamiento disparó esa subida. En nuestro país, el número de visualizaciones aumentaba hasta en un 32 % de una semana a otra.
La plataforma no deja de crecer y esto está motivando a cada vez más empresas a meterse de lleno en el negocio. Ibai Llanos, uno de los creadores de contenido más importante en nuestro país, batió récords dando las campanadas en directo. Algunos de los equipos de fútbol y de las ligas deportivas más importantes, como la NBA o la Premiere League, han decidido retransmitir partidos a través de Twitch… Está claro que esto no hace más que crecer y que vamos a ser testigos de una diversificación y ampliación en el tipo de contenido de Twitch, eso sí, sin dejar de romper récords.