Uno de los aspectos más destacados de los actuales smartphones es, sin duda, que nos permite estar conectados a Internet en cualquier lugar y en cualquier momento. Pero esto implica un aumento en el consumo de datos: aplicaciones de gran tamaño como juegos, transmisión de vídeo, Netflix, Spotify, etc. Por eso, a no ser que te poseamos una tarifa ilimitada de datos, debemos saber administrar nuestra conexión para no quedarnos desconectados en el peor momento y, sobre todo, para no recibir una desagradable sorpresa en la factura.
Cómo monitorizar el uso de datos
Nuestra compañía telefónica
En primer lugar, podremos obtener una estimación aproximada de nuestro consumo de datos a través de nuestra compañía telefónica. Tanto en su página web como en la aplicación para el móvil podremos consultar nuestro uso de datos de los últimos meses. Esto nos ayudará a saber si nuestra tarifa es la más adecuada a nuestras necesidades: si por regla general consumimos muchos menos datos de los que tenemos contratados, podríamos cambiar la tarifa para ahorrarnos unos euros.
Ajustes de Android
Uno de los métodos más conocidos para conocer nuestro consumo de datos es a través de los ajustes del propio dispositivo. Básicamente entraremos en Ajustes>Conexiones>Uso de datos y accederemos a la pantalla donde podremos comprobar el uso de datos.
Como vemos, lo primero que nos aparece es, efectivamente, el consumo actual. Si bajamos un poco encontramos varias opciones que dependerán del modelo de teléfono y de la versión del sistema operativo, pero básicamente, podremos ver las siguientes:
- Ciclo de facturación – para que registremos nuestro propio ciclo y sepamos, cada día, cuántos datos nos quedan por utilizar.
- Uso de datos móviles – Un breve resumen del consumo que, si pulsamos, nos llevará a otra página donde veremos de forma detallada qué programas son los que más datos consumen (importante por si alguno no debería consumir tanto), así como una gráfica de nuestro ciclo de facturación. Es en esta pantalla donde, desde la rueda situada en la esquina superior derecha, podremos personalizar el ciclo, fijar un aviso para que nos advierta cuando llegamos a cierta cantidad, o aplicar un límite de datos haciendo que las conexiones móviles se desconecten al llegar a esa otra cantidad, algo muy útil para no sobrepasar los datos contratados.
Todo esto es el uso de datos para nuestra conexión móvil, la que tenemos contratada con nuestro operador telefónico. También podemos controlar el uso de datos que consumimos mediante WiFi accediendo a la sección que aparece también en esta pantalla.
Cómo reducir el uso de datos
Nuestros smartphones, como decíamos al principio, están conectados a Internet casi constantemente. Además de las aplicaciones que cada uno de nosotros esté usando (el navegador, por ejemplo), existe un consumo en “segundo plano” de algunas apps que a veces no es necesario.
Primero: conocer las aplicaciones que están usando datos
Lo primero que debemos conocer es qué aplicaciones están conectadas más tiempo o se descargan más datos. Como hemos visto, esto lo podemos comprobar en Ajustes>Conexión>Uso de Datos>Uso de datos móviles, donde encontraremos la lista de programas que están consumiendo estos datos, ordenador por el tamaño de consumo. Si pulsamos en una de estas aplicaciones tendremos una vista detallada, con los datos consumidos tanto en primer como en segundo plano.
Segundo: Ahorrar datos
Si nuestro smartphone o tablet están actualizados a Android 7.0 Nougat o superior podremos activar la opción Ahorro de Datos (que encontraremos en la pantalla de Uso de Datos). Esto hará que las conexiones sean limitadas, evitando que algunas aplicaciones consuman datos (enviando o recibiendo) en segundo plano, además de no cargar por defecto las imágenes y los vídeos de la mayoría de las páginas que visitemos. No obstante, al activar esta función podremos personalizar cada una de las aplicaciones que tenemos instaladas por si no nos interesa que se limite su conexión. Por ejemplo, puede que necesitemos que el correo esté conectado constantemente, por lo que simplemente buscaremos el control deslizante que cada app tiene a su derecha y ponerla en posición de apagado para que esa aplicación pueda conectarse libremente.
Si, por el contrario, nuestro smartphone tiene una versión de Android inferior, podremos restringir el uso de datos en segundo plano yendo de nuevo a Ajustes>Conexiones Inalámbricas y redes>Uso de datos. Esta vez encontraremos dos pestañas (información general y Móvil) además del conocido icono de menú que consiste en tres puntos alienados en vertical. Si pulsamos nos aparecerán varias opciones, pero la que nos interesa es la primera: Restringir datos en segundo plano. Si le damos a aceptar, limitaremos las conexiones de algunas aplicaciones, aunque esta vez no podremos seleccionar algunas, siendo la restricción para todas.
Tercero: ayudarnos de una app
Google desarrolló una aplicación para ayudarnos a ahorrar datos. Datally realiza un seguimiento del uso de datos de nuestro dispositivo para controlar las aplicaciones que más consumen dándonos, además, la opción de bloquear cualquier aplicación. Para ello tan solo tendremos que instalarla y activar el Ahorro de datos. Tendremos una notificación fija que nos recuerda que Datally está activada.
Cada vez que utilicemos una app, Datally abrirá una pequeña burbuja que nos mostrará el uso de datos en tiempo real. Cuando salgamos de la aplicación Datally volverá a bloquear su conexión.
Cuarto: controlar cada aplicación
Tal vez no necesitemos un control de todas las apps. Muchas veces el mayor consumo de datos en segundo plano proviene de las notificaciones de programas como Gmail, Facebook, Twitter, etc. Si no necesitamos estar constantemente informados de las actualizaciones de este tipo de programas, podemos desactivar o limitarlas.
Para ello iremos a la aplicación en particular y, dentro de sus ajustes, buscaremos las opciones de notificaciones (en Twitter, por ejemplo, está dentro de “Configuración y privacidad”). Aquí podremos ajustar no solo la periodicidad con que queremos recibir las notificaciones, si no también otros factores que afecten al uso de datos como la descarga automática de imágenes, la visualización previa de los videos, la calidad de reproducción de éstos, etc.
Por último: utilizar la caché
Es decir, siempre que podamos debemos evitar descargar información a través de nuestra red móvil. Es preferible esperar a estar conectados a una red WiFi y, entonces, descargarnos los vídeos, mapas o cualquier tipo de datos que necesitemos para, más tarde, poder consultarlos sin conexión.
Con todas estas recomendaciones seguro que controlaremos mejor el consumo de nuestros datos para poder reducirlos y, así, ahorrar en nuestra conexión.