Las agencias de viajes online llegan a registrar más de 10.000 millones de búsquedas al año. Muchas acaban transformándose en reservas y futuros viajes. Otras se quedan en la comparación de precios y condiciones o, simplemente, en la ilusión de planear futuras escapadas. Pero al final todas se convierten en lo mismo: datos.
Como parte de la iniciativa ´The Meaningful Journey’ y gracias a técnicas de Big Data, eDreams Odigeo ha transformado esta información en un estudio en el que se identifica qué motiva a los europeos a viajar.
Los españoles viajamos por placer
Seis de cada 10 europeos hacen, al menos, un viaje al año. Y la mayoría están dedicados, simplemente, a disfrutar. Analizamos los 6 motivos principales que nos animan a coger las maletas y alejarnos de casa:
Placer y aventuras
El 23% de los europeos viaja para disfrutar. Entre sus objetivos está divertirse, dejar de lado las preocupaciones, vivir nuevas experiencias y descubrir lugares nuevos. Por ello, muchos eligen destinos exóticos y diferentes a su país de origen.
Para este tipo de viajeros, la comodidad no es una prioridad. Adaptarse a las características del lugar de destino y aprovechar el tiempo al máximo es parte de la diversión. La media de los españoles que eligen este tipo de viajes está por encima de la europea: alcanza el 24%. Prácticamente, una de cada cuatro eligen viajar por placer.
Conexión personal
Disfrutar de tiempo de calidad con sus seres queridos es la primera motivación del 23% de los europeos. Son personas que priorizan la comodidad y la relajación. Para asegurarse de que todo sale bien, planifican el viaje con antelación y, a poder ser, en conjunto.
Suelen elegir destinos de naturaleza y viajan con un presupuesto cerrado. En España, el 21% prefiere este tipo de vacaciones.
Experimentar otra cultura
Están, también, los que no buscan ver sitios nuevos sino involucrarse en su cultura. Este objetivo, que motiva al 15% de los europeos, implica participar en tradiciones locales y dejarse llevar. La mayoría viajan solos o en pareja (casi nunca con niños) y eligen lugares urbanos o rurales donde poder socializar.
No les gusta planificar ni confían demasiado en las recomendaciones de las guías de viaje. Prefieren ir a los mismos sitios que los locales, escuchar sus sugerencias y adaptarse a su ritmo. Este es el estilo preferido del 13% de los españoles.
Relax
El 13% busca, simplemente, relajarse. Escapar de su rutina y descansar. Son viajeros que aprecian la comodidad y dedican poco tiempo a la preparación del viaje. Normalmente optan por reservar paquetes de vacaciones a través de agencias de viajes en destinos con buen clima y buena gastronomía. Es la opción que menos interesa a los españoles: tan solo uno de cada 10 prefiere este tipo de viajes.
Tener todo bajo control
No hay espacio para la improvisación. Aunque a muchos les puede parecer todo lo contrario a unas vacaciones, el 10% las elige primando la disciplina. Son personas prudentes, amantes de la rutina y muy racionales.
Prefieren lugares emblemáticos y urbanos que estén bien adaptados para los turistas, lo que les permite sentirse seguros y cómodos. Organizan cada aspecto del viaje de forma exhaustiva y tienen un claro favorito: los cruceros. En España el 15% quiere tener todo bajo control (una cifra por encima de la media europea).
Lugares únicos
Por último, se encuentran los que buscan la singularidad en sus viajes. Disfrutan viajando a lugares exóticos y diferenciándose del resto de los viajeros. De hecho, el reconocimiento social importa a este 15% de europeos (y 18% de los españoles), que suelen compartir muchas fotos de sus viajes en las redes sociales.
Les motiva, también, crecer como personas, y buscan tener un impacto positivo en su destino. Planean su viaje con anticipación para asegurarse de que no se perderán nada imprescindible.
Emoción o estrés. ¿Cómo nos sentimos en cada momento?
El estudio revela, además, que no todos los viajeros se sienten igual en los diferentes momentos del viaje. Las técnicas de Big Data han valido para identificar patrones de comportamiento similares. Algunos, muy significativos:
- Los viajeros más hedonistas se sienten con muchas fuerzas a la hora de planear, impacientes al reservar y tristes al volver a casa.
- Quienes lo hacen para disfrutar del tiempo en familia están calmados en el momento de reservar e impacientes una vez han hecho la reserva. Una vez en casa, les puede la melancolía.
- Los que buscan integrarse en nuevas culturas están ansiosos con los preparativos, excitados y preocupados durante el proceso de reserva y satisfechos una vez que el viaje ha terminado.
- Quienes buscan relajarse lo consiguen durante el viaje, pero no antes: les estresan los preparativos. Eso sí, una vez que han reservado, se encuentran satisfechos.
- Los amantes de la rutina se sienten estresados a la hora de buscar inspiración para su viaje, pero una vez que han decidido su destino todo va sobre ruedas. Excepto a la vuelta, que se sienten tristes y cansados.
- Por último, quienes buscan viajes diferentes se sienten contentos y entusiasmados durante la mayor parte del proceso. El peor momento para ellos es después de reservar, ya que se muestran impacientes.
Las técnicas de Big Data e IA artificial están transformando la forma en que viajamos. En primer lugar, facilitándonos la búsqueda. Es probable que en muy poco tiempo las sugerencias personalizadas de las agencias de viajes den, todavía más, en el clavo.
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