Cuando tenemos que comprarnos un nuevo equipo, nos asaltan mil dudas. Y seguro que alguna vez te has preguntado si te convendría más hacerte con una Workstation o con un Gaming PC. La cosa es, ¿sabemos para qué sirve cada uno de estos equipos?
De qué va el tema
Lo primero que hay que tener claro es que una “Workie” está pensada para profesionales que utilizan unos programas específicos que trabajan con archivos muy pesados o con enormes cantidades de datos. Ingenieros, arquitectos, animadores o data scientists suelen ser los principales usuarios de este tipo de equipos.
Por esto mismo las workstations se caracterizan por tener un procesador ultra potente y más RAM de la que encontraríamos en un pc convencional. Visto así, parece un equipo perfecto para que nuestros juegos vayan como la seda… pero no es exactamente así.
Los gaming pc también son más potentes que los equipos estándar. Los juegos de hoy en día tienen unos requisitos mínimos elevados que exigen tener un ordenador potente. Sin embargo, hacer que un juego funcione es una tarea muy específica para la que no todos los equipos, por potentes que sean, están preparados. Y lo mismo en cuanto a procesamiento de datos o archivos concretos.
Entonces, ¿cómo elegir?
Los procesadores de las Workstation son mucho más potentes que los de gaming. Si tomamos de ejemplo las Lenovo ThinkStation veremos que están equipadas con procesadores Intel Xeon. Este tipo de procesadores está específicamente pensado para trabajar con archivos pesados. Los arquitectos usan programas que trabajan a escalas reales. Imaginemos lo difícil que sería para un PC normal procesar ese nivel de información.
Un pc gaming, como el Lenovo Legion, también tiene un buen procesador. Y aunque un Intel i7 de octava generación tiene una buena potencia, está orientado a otro tipo de cosas.
También hay diferencia entre las tarjetas gráficas. Aunque siguen confiando en NVIDIA y AMD, las workies se salen de las habituales GTX y Radeon y pasan a las Quadro y RaderonPro. Las ThinkStations de Lenovo pueden soportar hasta una Quadro P4000. Estas gráficas están optimizadas para el tipo de trabajo de una workie, ya que tienen mayor capacidad de memoria de vídeo y mayor clock speed. Este tipo de ordenadores usan frecuentemente aplicaciones CAD (Computer Aided-Design, Diseño Asistido por Computadora). Por eso necesitan tarjetas gráficas capaces de manipular geometría a tamaño real de la talla de puentes o rascacielos.
Aun así, los gaming pc cuentan con potencias enormes en sus gráficas. El Lenovo Legion T530 incorpora una GTX 1060, perfecta para jugar.
La RAM marca la diferencia
Aunque estos dos tipos de ordenadores difieren en muchas cosas, quizás la más importante sea la RAM. Un gaming pc no necesita demasiada (con 8GB tenemos más que suficiente) mientras que una Workstation todo lo contrario. Requieren una RAM elevada para poder procesar un montón de datos. Una workie estándar puede tener entre 32 y 64GB, llegando hasta los 128 e incluso más.
Además, emplean un tipo de RAM diferente. Las workies suelen tener ECC (error correcting code), un tipo especial de RAM que mejora la estabilidad de ciertos programas y previene que los datos se dañen. Esto es muy útil para data scientist, por ejemplo, donde un error en un dato puede fastidiarlo todo. Por mantener la comparativa, las workie de Lenovo tienen hasta 64GB frente a los 16GB del Legion.
Otra diferencia sustancial está en el sonido. Las workies no se preocupan demasiado, mientras que para un gaming pc es algo esencial. Que se lo digan si no al jugador habitual de Fortnite. Seas el jugador que seas, un buen sonido es necesario. Por eso el Lenovo Legion T530 cuenta con radar de sonido y efecto Dolby Atmos.
Y obviamente, la estética es también diferente; las workstations están enfocadas a un entorno laboral, por lo que son mucho más sobrias y carecen de los LEDS y motivos llamativos de los gaming pc. Eso sí, el sistema de refrigeración está igual de cuidado en ambos casos. Todos los componentes tienen una potencia superior a la habitual, por lo hay que mantenerlos siempre en la temperatura adecuada.
Decide para qué quieres tu equipo
La gran pregunta es, ¿podemos usar una workie para jugar? Dependerá sobre todo de la gráfica con la que la hayamos equipado. ¿Y del revés? Solo si nos hemos gastado una enorme cantidad de dinero en nuestro gaming pc, ya que el procesador de una workie probablemente valdría más que todo el ordenador entero. Realmente, debemos tener claro qué tipo de uso le vamos a dar a nuestro equipo para asegurarnos de que todos sus componentes trabajan de la mano para asegurarnos la mejor experiencia de uso.