Qué sería del cine sin los efectos especiales. Desde sus inicios la gran pantalla ha buscado sorprender a los espectadores, crear imágenes cada vez más reales imaginando historias y recreando sus escenarios con la ayuda de estos pequeños trucos para “engañar” al espectador. Hoy queremos comentar una de las aportaciones surgidas en los últimos años que viene de la mano de Next Limit, la gran historia de los efectos especiales made in Spain que triunfan en Hollywood.
Una historia apasionante de una empresa relativamente joven, que nace en 1998, de la mano de Víctor González e Ignacio Vargas. No se crea en un garaje como las grandes empresas del mundo de la informática, pero si en un pequeño estudio alquilado en Madrid con apenas dos ordenadores y un par de sillas para sentarse. De aquí a recibir en diez años un “Technical Achievement Award”, también conocido como el Oscar técnico, por su contribución al mundo del cine es toda una aventura. Vamos a conocerla un poco más en detalle.
La aportación de Next Limit al mundo del cine
Next Limit Technologies recibe este premio a toda una trayectoria ya que desde el principio crearon algo que nadie tenía. Su primer prototipo eran simplemente partículas cayendo y simulando el movimiento de una gota de agua al caer contra el suelo o rebotar contra las paredes de un recipiente. Su algoritmo y los cálculos les impulsaron a realizar un producto al que el mundo del cine ha sabido sacar un gran provecho.
Sin embargo, rápidamente su producto Real Flow comenzó a venderse, sobre todo fuera de España donde tienen a más de un 90% de sus clientes. El sistema de ventas se basa en licencias y actualizaciones de versiones, tal y como hacen otros grandes del sector como Photoshop o el propio sistema operativo Windows, único para el que estaba disponible en su primera etapa, aunque actualmente su software es multiplataforma.
Lo han utilizado compañías de efectos digitales tan importantes como Weta Digital, Dreamworks o Pixar por citar algunos ejemplos. Next Limit les vende la licencia y también les ayuda a utilizarlo e integrarlo dentro del mundo del cine. Esto ha dado lugar a que su colaboración sea pequeña, si consideramos el metraje de la película, pero fundamental para su éxito. Como grandes hitos creados por Next Limit podríamos citar la lava de la saga del Señor de los Anillos, el chocolate líquido de Willy Wonka en Charlie y la fábrica de chocolate, el tsunami de Lo imposible o efectos especiales en X-Men, la sangre de 300, etc.
Podríamos decir que el cine de hoy en día no sería lo mismo sin la tecnología creada por Next Limit. Su ventaja sobre otros programas similares es que estan muy especializados en un sector concreto, como es el de los fluidos, lo que les ha llevado a convertirse en líderes del mercado mundial a pesar de ser una empresa relativamente pequeña, de no más de 50 empleados, pero con un indudable talento creativo y técnico.
El cine digital hace que todo el proceso sea más sencillo a nivel técnico. Sin embargo, los efectos especiales que nos permite esta tecnología no son ni buenos ni malos para la calidad de la película, sino que depende de cómo los usen. Un abuso a nivel gráfico dará imágenes espectaculares, pero si después no están sustentadas por una buena historia el espectador acaba por no creérselos, por muy buenos que sean.
Cómo funcionan los productos de Next Limit
Actualmente Next Limit dispone de tres productos básicos. Real Flow para la creación de efectos especiales de fluidos, Maxwell Render, especializado en renderización y creación de la iluminación de escenas también para el cine o un producto como X Flow más centrado en el comportamiento de fluidos para el mundo de la ingeniería.
El desarrollo de Real Flow como producto independiente ha permitido que se trabaje con ordenadores auxiliares calculando y procesando las escenas. De esta manera no se interfiere en los cálculos del 3D del resto de programas de la película, algo que es una ventaja en el mundo digital y que les diferencia de grandes programas de modelado en 3D que pueden tener complementos para fluidos, pero no son tan buenos ni tan completos.
Para añadir los efectos de los fluidos lo primero que se necesita es la exportación de las escenas en 3D a Real Flow. Una vez que el programa dispone de todos los parámetros se puede ejecutar la simulación y calculará todo lo necesario para crear el efecto requerido por el director de la película.
Next Limit ha desarrollado una serie de plugins para conectarse con los programas de modelado 3D, como Maya por citar un ejemplo, conscientes de que de la calidad de estos complementos depende en gran medida el éxito de su programa y la aceptación dentro del mundo de la industria de efectos audiovisuales.
A nivel técnico, para Next Limit ha sido muy importante el salto a la computación de 64 bits, ya que ha permitido superar los límites de la memoria RAM de los sistemas de 32 bits y facilitado la potencia de cálculo necesaria para mejorar las escenas complejas del cine de hoy en día. Grandes escenas como el Tsunami de Lo imposible quizás no habrían sido posibles sin ellas.
El futuro de la compañía está ligado a una mejora continua para seguir siendo líderes en su sector, donde la competencia con grandes compañías es muy dura y sólo gracias a un gran equipo humano que hay detrás de su desarrollo consiguen salir adelante, tal y como han reiterado en varias ocasiones sus creadores.