En los últimos años la digitalización ha avanzado en todos los ámbitos de nuestra vida, y en líneas generales este ámbito se ha hecho más accesible que nunca. Y con ello, las personas también. Desde hace ya una década se debate sobre los límites de las empresas para contactar con los empleados, lo que ha dado lugar al derecho a la desconexión. Un derecho, no obstante, que no siempre ejercemos y que no es fácil demandar. ¿Y tú? ¿Sabes separar vida personal de laboral?
¿Por qué es importante diferenciar la vida laboral de la personal?
Trabajar por dinero es parte de un contrato social que tiene una serie de condiciones muy bien reguladas. Generalmente, esas estipulaciones son trabajar unas 40 horas semanales en cinco días, aunque ya se discute si repartir 32 horas en cuatro días debido al aumento de la productividad. Sin embargo, este acuerdo no siempre se cumple y el profesional acaba trabajando de más.
Cuando se echan más horas de la cuenta acontecen todo tipo sucesos intrínsecamente malos, tales como perder tiempo de calidad con la familia, no ser capaces de formarse, presentar cuadros elevados de estrés o no poder realizar ejercicio con regularidad. De ahí que sea tan importante separar lo laboral de la vida privada de cada uno.
La pandemia y la digitalización han mezclado lo laboral y lo personal
La pandemia ha puesto de manifiesto que los trabajadores tienen problemas para desconectar al final de su jornada, especialmente cuando hacen uso del mismo dispositivo para su profesión y su ocio. De hecho, el 54 % de los españoles dedica más horas al trabajo debido al coronavirus, según la ‘Guía del Mercado Laboral 2021’ de Hays.
Por otro lado, aunque el 42 % se ha quedado como estaba, cuatro de cada 100 trabajadores han visto reducida su jornada laboral, y es precisamente de este último segmento del que se puede aprender más porque es el que mejor provecho ha sacado a la tecnología, reduciendo o eliminando las consecuencias negativas de la hiperconexión, y, en definitiva, conciliando vida laboral, personal y familiar.
¿Cómo puedo separar la vida personal y laboral en mis dispositivos?
Termina la jornada laboral, pero las llamadas y los emails siguen entrando. Apagar los dispositivos a veces no es una opción porque con frecuencia se hace uso de los mismos objetos para el tiempo libre de cada uno. ¿Es posible así separar la vida personal y laboral? Damos algunas soluciones:
Desconexión profesional con el móvil
¿Empleas el mismo teléfono para trabajo que para tu vida privada? Quizá te interese saber que existen dispositivos con varias SIM, de forma que es posible cambiar de una a otra o incluso apagar una de ellas cuando no se utiliza. Con ellos es posible encender la tarjeta de trabajo por la mañana y desconectarla por la tarde, de manera que no entrará más faena.
Cuando no sea posible instalar una nueva SIM, siempre queda la posibilidad de usar aplicaciones específicas como pueda ser Morph de Google. Esta app permite definir varios ‘escenarios’ como por ejemplo ‘trabajo’, ‘estudio’ o ‘ gimnasio’, de manera que cada uno tiene una serie de aplicaciones asociadas que aparecen en la pantalla. Las que no, se esconden.
Desconexión laboral desde el ordenador
Los entornos de Windows, como Windows 10 u 11, permiten algunas funcionalidades interesantes a la hora de definir lo que es un espacio de trabajo y lo que es uno de ocio o estudio. Entre sus soluciones nativas se encuentran:
- La posibilidad de abrir varios usuarios o sesiones en el mismo PC, de forma que uno pueda ser la cuenta del trabajo con sus programas y documentos, y otro pueda ser el espacio de estudio, por ejemplo. De esta forma las notificaciones de Outlook, por poner un ejemplo, quedarán escondidas tras cerrar sesión.
- Otra posibilidad es la creación de diferentes escritorios dentro de la misma sesión. Al pulsar las teclas Windows + Tab se despliega un panel con todos los programas abiertos y la posibilidad de crear un nuevo escritorio en blanco. Así, las distracciones quedarán en otro espacio. Es posible configurar cada uno de los que crees: uno para trabajar, otro para juegos, un tercero para estudiar…
Apagar los dispositivos y buscar actividades ‘offline’
Tener la posibilidad de estar permanentemente conectado no significa que debamos estarlo. Los ordenadores y los teléfonos móviles son dispositivos fantásticos para resolver problemas laborales y personales, pero no son todo lo que se necesita. Hay vida más allá de las pantallas. Debe haberla, al menos.
De hecho, resulta aconsejable planificar actividades que no dependan de estar continuamente conectado o mirando una pantalla para cuando se haya terminado la jornada laboral.
Algunas de ellas pueden ser caminar por un parque, participar en conversaciones cara a cara, ir a entrenarse al gimnasio, jugar a algún juego de mesa, participar en una asociación vecinal o, simplemente, dedicar un tiempo a aburrirse. Otras opciones más ‘radicales’ implican convertir los móviles en pisapapeles con aplicaciones como Detox Bloqueador de Dilación (app que convierte el móvil en un trasto inservible durante el tiempo que le digas).
Separar la vida laboral y personal no es fácil. Especialmente con tanta tecnología. Es por ello que se trata de un hábito que exige tiempo de práctica.
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Imágenes | Brett Jordan, Moritz Kindler, Alexandar Todov