El origen de la agricultura supuso una de las primeras grandes revoluciones de nuestra historia: el ser humano pasó de una vida centrada en la caza a una más sedentaria. Comenzó a moldear el entorno a sus necesidades y se crearon asentamientos estables. Como resultado, se dio un importante crecimiento demográfico, se desarrolló el comercio y se formaron los primeros ejércitos. Nos remontamos a los orígenes del Neolítico, unos 10.000 años atrás.
Hasta ahora, el origen del pan se había asociado a la aparición de la agricultura. Todo encajaba: los habitantes del neolítico comenzaron a cosechar plantas que habían sido previamente recogidas de la naturaleza y a acumularlas. Con ellas, empezaron a preparar alimentos más elaborados. Sin embargo, un estudio realizado por Universidad de Copenhague en el que han participado investigadoras españolas ha dado un giro a todo lo que se sabía sobre el origen de este alimento.
Restos de pan de hace más de 14.000 años
Nada más y nada menos que 4.000 años antes de la vida agrícola del Neolítico. El descubrimiento tuvo lugar en Shubayqa, en la zona conocida como Desierto Negro, en Jordania. El lugar tenía interés arqueológico por contener restos de la cultura natufiense (propia del Epipaleolítico Final y del Mesolítico). En varios yacimientos bien conservados, encontraron trozos de piedras astilladas, herramientas, huesos de animales y restos de plantas. Entre estos últimos, algo llamó especialmente su atención: unos restos carbonizados de lo que parecía pan.
Tras analizarlos con microscopios, pudieron confirmar que se trataba de trazas de alimentos elaborados de una forma similar a la del pan. En total, 24 restos pudieron categorizarse como tales. Era un pan plano, sin levadura, ácimo y elaborado con harina y agua. Para entendernos, parecido al pan de pita. Estos resultados coinciden con los hallazgos identificados como “pan plano” de varios sitios neolíticos y romanos en Europa y Turquía.
“El descubrimiento de restos de comida chamuscada en Shubayqa proporciona datos empíricos directos para la producción de alimentos parecidos al pan 4.000 años antes de que surgiera la agricultura en el sudoeste de Asia”, indica el estudio, publicado en la revista PNAS.
Así se llevó a cabo la investigación
El descubrimiento de restos carbonizados ha permitido la reconstrucción de una cadena de producción temprana de productos parecidos al pan. Para analizarlos, se realizó un tamizado en seco de los productos con una malla. Se limpiaron bien para eliminar el suelo adherido y los sedimentos y a continuación fueron sometidos a análisis microscópicos.
Se investigaron dos aspectos principales: el tejido vegetal (para ver su composición) y las microestructuras (para conocer los métodos de procesamiento y cocción utilizados para su preparación). Gracias a microscopios electrónicos de barrido (que usan haces de electrones en lugar de luz) se pudieron apreciar células de granos de cereal.
“La identificación de pan u otros productos a base de cereales en arqueología no es sencilla. Ha habido una tendencia a utilizar términos culinarios modernos para referirse a productos antiguos basados ??en cereales como el pan, a menudo sin la aplicación de criterios de identificación probados y confiando en la presencia de tejido de cereal y la forma general de los restos para catalogarlos”, indican en el artículo.
Sin embargo, los métodos utilizados en este estudio y la datación por radiocarbono parecen confirmar que estos restos son los más antiguos de los encontrados. Aunque ya había pruebas de la utilización de hierbas silvestres, no se tenía constancia de pruebas directas de comidas basadas en cereales anteriores a la aparición de la agricultura.
Un producto todavía extraordinario
El pan es, sin duda, una pieza clave en diferentes dietas alrededor del mundo. Aunque su consumo ha caído en los últimos años en países como España, sigue siendo uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial. Y lo ha sido durante siglos desde que se extendió la agricultura. Existen datos que constatan la elaboración de pan desde el Mundo Antiguo, pasando por la Edad Media y Moderna, hasta hoy.
Sin embargo, la interpretación que se hace del estudio indica que el pan no era todavía un alimento básico en el periodo de Natufian. Para llegar a ser la base de una alimentación tal y como la conocemos hoy en día, tuvo que darse primero el cultivo de cereales.
Lo más probable es que los 24 restos perteneciesen a uno o varios panes preparados de forma excepcional, quizá para algún evento o celebración. Lo que hace este descubrimiento, si cabe, aún más extraordinario.
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