El Salón de Ginebra 2019 tuvo como protagonista un vehículo eléctrico impulsado, en parte, por energía solar. Nos referimos al Sono Sion y, aprovechando que casi tiene 10.000 precompras, usaremos este coche y sus 248 paneles fotovoltaicos para hablar de movilidad solar.
Presentado originalmente en 2017 ahora está en fase de producción mediante crowdfunding. Nos ayudará a entender si tendrá sentido cargar el coche en el futuro o si podremos prescindir de las electrolineras. La tecnología, de momento, avanza sobre ruedas.
El coche solar ya existe, que quede claro
Si hablamos de este vehículo es porque es el último de una larga lista de prototipos relacionados. Desde la invención de los paneles fotovoltaicos en 1883, decenas de inventores han tratado de propulsar vehículos con ellos… con relativo y frustrado éxito. Sí, los coches cargan y avanzan, pero la carga solar no sustituye ni por asomo al petróleo.
De hecho, el Sono Sion podría considerarse un fracaso anunciado de antemano (de momento es muy caro) si no fuese por el logro conseguido. Hasta ahora, ningún otro prototipo había logrado financiación para su producción.
Este vehículo cuenta con una batería de 35 kWh. Esto ofrece una autonomía de 250 kilómetros medidos mediante el ciclo WLTP. Sin embargo, lo llamativo del vehículo es que sus cientos de pequeñas placas solares aportan 1,2 kW de potencia de carga continua. Unos 34 kilómetros extra diarios, según te pille.
Es decir, que si arrancamos con la batería llena no solo tendremos los 35 kWh originales, sino que iremos cargando la batería lentamente y, en lugar de 250 kilómetros, recorreremos 285 kilómetros. Es poco frente a los cientos de kilómetros de un gasolina o diésel, pero también es un logro impresionante.
Significa que, si detenemos el vehículo para comer y lo conectamos a un enchufe de pared corriente (13 horas de carga) no solo cargará por el cable. La luz del Sol recargará lentamente su batería, otorgándonos una decena extra de kilómetros gratuitos.
¿Puede moverse un coche usando solo el Sol?
Arriba podemos observar un vehículo de competición diseñado por la Universidad Tokai (Japón). En 2011 fue el ganador de la Solar Race circulando 32 minutos a 91,54 km/h de media. Se impulsa únicamente con la energía del Sol.
El Sono Sion con que hemos abierto el artículo es solo la última iteración entre la movilidad solar y el motor eléctrico. Aunque dirigido al gran público, claro. Por contra, tiene una “baja” área expuesta al Sol. Aún así, veremos que es suficiente.
Si el Tokai y otros vehículos de competición están optimizados para la velocidad monoplaza, los coches que vemos en los concesionarios se ajustan a la comodidad y seguridad de los pasajeros.
Esto lleva a la pregunta de cuántos paneles necesita un turismo convencional para lograr una autonomía convencional. De momento, muchos, pero menos que hace un año. Y más que el año que viene. Hagamos cuentas.
¿Cuántos paneles necesita un coche para desplazarse?
Una autonomía de 250 km por cada 35 kWh de carga nos informa de que podremos recorrer 7,14 km por cada kWh que tengamos. Ahora, ¿cuánto tiempo tarda el Sol en llenar cada kWh?
Si la potencia máxima de recarga es de 1,2 kW (más o menos la mitad de lo que da un enchufe convencional), cada kWh tardará en cargarse 50 minutos usando solo el Sol. 7,14 km de autonomía cada 50 minutos, o 0,14 km/min.
La última cifra es la realmente importante. Este coche puede realizar un trayecto de 10 km simplemente por ponerse al Sol durante una hora y diez minutos. Por estar parado. Como dato, el español medio recorre unos 28,9 km diarios según los últimos datos disponibles del Ministerio de Transición Ecológica.
Dicho de otro modo: el coche necesitará estar aparcado 3 horas y 23 minutos para cubrir las necesidades medias. ¿Tu coche está detenido ese tiempo? Probablemente, ya que la media ronda entre las 22 y 23 horas estacionado.
Aunque aún está en fase de producción, y con la tecnología actual, el Sono Sion es un coche que reposta solo. Y gratis. Ni siquiera te hace falta un enchufe si lo usas con cabeza. Y si haces el doble o el triple de kilómetros, tampoco.
¿El vehículo con movimiento perpetuo?
Pero hagamos un cálculo más, esta vez en el límite de lo que aporta la tecnología. ¿Podría un coche como este conducir de forma indefinida a cierta velocidad? Suponiendo que no haya que cambiar de conductor, por supuesto. Si igualamos carga con consumo tenemos datos muy interesantes.
Sabemos, por el fabricante, que a velocidades de 140 km/h el Sono Sion consume 120 kW. Así que podemos hacer una “regla de tres” sabiendo que el consumo dependerá del cuadrado de la velocidad. En realidad nos bastan los cálculos del colegio:
La velocidad a la que el consumo se iguala a la recarga máxima de 1,2 kW será de unos 14 km/h. Conducir por debajo de esa velocidad (sí, es muy baja) implicaría cargar lentamente la batería. Pero esto es solo el presente.
Al comienzos de 1970 la eficiencia media de los paneles solares no superaba el 8%. Hoy hay modelos que rondan el 50%. Además, el coste por vatio generado se ha reducido en 255 veces en unas décadas, de 76,67 dólares en 1977 a 0,30 centavos en 2015. Y sigue bajando.
Cuando no existan las electrolineras
Puede que el Sono Sion se quede en papel mojado, pero no cabe duda de que la tecnología fotovoltaica seguirá mejorando con los años. Los 1,2 kW pico que otorgan los paneles actuales pasarán a ser 1,5 o 2 kW en pocos años.
Con 2 kW de techo solar cargando el coche durante las horas de sol obtendríamos 14,8 km de autonomía por cada hora detenido, o lo que es lo mismo: durante nuestra jornada laboral el coche cargaría 118,4 km. Actualmente carga unos 68 kilómetros, lo cual es bastante.
Además, el coche podría circular al Sol a 18 km/h sin necesidad de parar a repostar. La mejora en la eficiencia de los motores, placas solares curvas y más eficientes, y un uso más coherente del coche podría dejar de lado no solo la gasolina o el diésel, también las electrolineras.
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Imágenes | Sono Motors, Hideki Kimura