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Cómo aprendimos a contar y cómo se desarrollaron los sistemas numéricos

En cierto momento de su historia, el ser humano aprendió a contar y a representar los números con símbolos.

Los científicos cognitivos, los antropólogos y los psicólogos están examinando las culturas contemporáneas para comprender las diferencias entre los sistemas numéricos existentes. Nuestros ancestros inicialmente solo sabían distinguir entre uno, dos y muchos, capacidad que es propia de los recién nacidos y de algunas poblaciones que aún viven en la Amazonía, África y Oceanía. Estudios realizados desde mediados del siglo XX han revelado que muchos animales también comparten esta capacidad.

Después de esta fase natural, los humanos aprendieron a contar tallando marcas en un hueso o en un trozo de madera. Pero cuando empezaron a vender y comprar mercancías, necesitaron una mayor precisión y, con el tiempo, comenzaron a expresarse con cifras. Los números que usamos hoy en día se llaman “arábigos”, aunque en realidad provienen de la India y han cambiado mucho su apariencia inicial. Pero empecemos desde el principio.

La sorpresa de los neandertales

No sabemos exactamente cuándo los humanos comenzaron a contar. Hasta hace poco se consideraba una prerrogativa del Homo sapiens. Las huellas conocidas hasta ahora, de hecho, datan de hace unos 30 000 años y están formadas por huesos tallados. Sin embargo, parece que la práctica se remonta a muchos años antes, cuando todavía existía la especie ‘perdedora’ entre los humanos: los neandertales.

Según el Museo Nacional Smithsonian de Historia Natural (Estados Unidos), “tanto la evidencia fósil como la genética indican que los neandertales y el Homo sapiens evolucionaron a partir de un ancestro común hace entre 700 000 y 300 000 años. Pertenecen al mismo género y habitaron las mismas áreas geográficas en el oeste de Asia durante 30 000-50 000 años”.

Hace unos 60 000 años, en lo que ahora es la parte oriental de Francia, un hombre de Neandertal tomó un trozo de fémur de hiena y una herramienta de piedra. Grabó nueve muescas sorprendentemente similares y aproximadamente paralelas. Francesco d’Errico, arqueólogo de la Universidad de Burdeos (Francia), ha examinado muchos artefactos de este tipo y cree que este hueso, encontrado en la década de 1970 en Les Pradelles, cerca de Angoulême, es inusual. De hecho, aunque los antiguos artefactos tallados a menudo se interpretan como obras de arte, este parece haber sido más funcional, argumenta el experto en Nature.

D’Errico explica que podría codificar información numérica. Y si esto es correcto, es posible que el Homo sapiens no haya sido el único humano en desarrollar un sistema de notaciones numéricas. Puede que los neandertales también hayan comenzado a hacerlo. Según este arqueólogo, la forma, la profundidad y otros detalles de las marcas son “tan similares que parece que se hicieron con la misma herramienta en una sola sesión”.

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Cuándo aprendimos a contar

El arqueólogo también analizó siete muescas en un hueso de cuervo de hace 40 000 años encontrado en un sitio habitado por neandertales en Crimea. Las marcas también están espaciadas con el mismo tipo de regularidad. También se han observado signos similares en un peroné de babuino de hace 42 000 años en Border Cave, en Sudáfrica. Aquí se tallaron 29 muescas usando cuatro herramientas distintas que supuestamente representan cuatro eventos de conteo.

A la luz de estos descubrimientos, D’Errico ha desarrollado una hipótesis sobre el origen prehistórico de los números. Todo comenzó por casualidad, cuando los primeros homínidos dejaron sin querer marcas en los huesos mientras sacrificaban cadáveres de animales. Más tarde, dieron un salto cognitivo cuando se dieron cuenta de que podían marcar huesos deliberadamente para producir diseños abstractos.

En algún momento se produjo otro salto: los signos comenzaron a adquirir significado, y algunos de ellos tal vez codificaban información numérica. En resumen: los humanos primero aprendieron a expresarse artísticamente y, luego, a contar. El hueso de hiena de Les Pradelles es potencialmente el primer ejemplo conocido de este tipo de marca. D’Errico cree que con más saltos cognitivos, estas muescas podrían haber llevado a la invención de signos numéricos como, por ejemplo, 1, 2 o 37.

El científico reconoce que no todo está claro. El hueso de Border Cave es liso, de una manera que parece indicar que los antiguos lo usaron durante muchos años. “Era claramente un objeto importante para la persona que lo produjo”, dice D’Errico. No sucedió lo mismo con el espécimen de Les Pradelles, y es posible que el neandertal que astilló el fémur de la hiena tardó muy poco tiempo en tirarlo. Un uso más parecido a un papelito que a una hoja de Excel.

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Homo sapiens

Sabemos algo más sobre el Homo sapiens. En 1937 se encontró en la República Checa un hueso de pata de lobo de unos 18 centímetros de hace 30 000 años. Presenta 55 muescas: una serie de 25 agrupada en grupos de cinco, y una segunda serie de otras 30. En este caso se supone que fue utilizado por un cazador para registrar sus presas. Estas agrupaciones sugieren que el Homo sapiens utilizaba sus manos para contar, ya que le permitía familiarizarse con los múltiplos de cinco.

En 1960, se encontró un hueso en Ishango, cerca de la frontera entre Uganda y Zaire (actual República Democrática del Congo), conocido como el Ishango bone. Data del Paleolítico Superior (20 000- 18 000 antes de Cristo.), y es un peroné de babuino. Presenta una serie de marcas divididas en tres líneas: las dos primeras están formadas por 60 grabados, la última por 48 (ambos números son divisibles por 12). La primera fila representa la secuencia 9, 19, 21, 11, es decir 10-1, 20-1, 20+1, 10+1; las líneas segunda y tercera representan una lista de números primos (5, 7, 11, 13, 17, 19). Estas muescas no se grabaron con fines decorativos, sino que se responderían a la necesidad de desarrollar un sistema numérico.

A partir de 2021, un equipo de investigación internacional se encarga de probar diferentes hipótesis como parte de un esfuerzo para investigar cuándo, por qué y cómo aparecieron y se extendieron los sistemas numéricos en el mundo. El proyecto, llamado Evolution of Cognitive Tools for Quantification (QUANTA), podría proporcionar información sobre si los sistemas numéricos son una prerrogativa del Homo sapiens o estaban presentes en forma incipiente ya en los neandertales.

 

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Imágenes |Crawford Jolly/Unsplash, Tim Oun/Unsplash, Markus Krisetya/Unsplash

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