La perra Laika en un sello conmemorativo de Mongolia

65 años de Laika en el espacio. ¿Qué otros animales han viajado ahí fuera?

El 3 de noviembre de 1957 la perra Laika hizo historia con su viaje al espacio. 65 años después, celebramos ese hito contándote su aventura que, como verás, tiene muchos detalles y curiosidades que la mayoría desconoce.

Índice

Para recordarla como se merece, esta es la historia de Laika y de otros animales pioneros que fueron al espacio y nos ayudaron a abrir nuestro camino hasta las estrellas. Un lugar al que, hoy día, lanzamos de todo.

Quién fue la perra Laika

Laika entrenando para su misión

Laika es famosa por ser el primer ser vivo que realizó un vuelo orbital. El matiz es importante, porque muchos creen que fue el primer animal que viajó al espacio. Sin embargo, como veremos, esto no es así.

Hasta su aventura orbital, Laika era una perrita callejera que deambulaba por las calles de Moscú. Su destino cambió cuando fue encontrada por los equipos que los soviéticos tenían para localizar este tipo de animales para su programa espacial. Con sus 6 kilogramos de peso y unos dos años de edad, era una perrita mestiza y tranquila, ideal para ser entrenada. Su nombre significaba ‘pequeña ladradora’ y era un apelativo común para perros.

Cómo se eligió a Laika para el espacio

Mientras que los estadounidenses preferían monos para sus pruebas (por lo que compartimos con ellos y lo que nos podían decir sobre posibles efectos del viaje espacial en humanos), en la otra parte del mundo tenían una visión más pragmática para ganar la carrera espacial: elegían perros porque eran mucho más fáciles de entrenar. Al menos, al principio, cuando la prioridad era ser más rápido en la carrera espacial. No obstante, en etapas posteriores los rusos también utilizarían primates.

¿Y por qué animales callejeros? La lógica era sencilla: si habían sobrevivido al duro clima ruso a la intemperie, podían soportar mejor las exigentes condiciones de los viajes espaciales. Del mismo modo, se elegían siempre hembras, porque se las consideraba anatómicamente mejor adaptadas al confinamiento en sitios estrechos.

Cómo se entrenó a la perra Laika para el espacio

La perra elegida se entrenó para su viaje aprendiendo gradualmente a aceptar espacios vitales cada vez más pequeños. Además, para acostumbrarse a las fuerzas del trayecto y los cambios de gravedad, se la hizo girar en una centrifugadora, de una manera similar a cómo entrenan los astronautas humanos.

Por último, se hizo también a la comida en forma de gelatina, ya que esta podía servirse fácilmente en un entorno de ingravidez. Y sí, igual que los cosmonautas, Laika tenía un traje para el espacio diseñado para ella:

El traje espacial de la perra Laika

Qué sucedió con Laika en el espacio

Laika tuvo un destino tan trágico como heroico, ya que la misión fue configurada para que no volviera, en contra de lo que se anunciaba oficialmente por la URSS. Este final desgraciado fue así, en parte, porque las adaptaciones en la Sputnik 2 se aceleraron para hacer coincidir el lanzamiento con el 40º aniversario de la Revolución Bolchevique

Debido a la popularidad en la prensa del animal (incluso en la occidental), así como a la expectación y el hermetismo de la Unión Soviética durante la Guerra Fría, las noticias sobre su final fueron contradictorias. Al principio, fuentes oficiales sugirieron que Laika sobrevivió durante días y falleció al agotarse el oxígeno. Después también se dijo que la ‘durmieron’ deliberadamente con comida envenenada.

Sin embargo, en 1999 y en un clima de mayor libertad de información, algunos científicos que participaron en ese programa espacial aseguraron que Laika había muerto en su cuarta vuelta a la Tierra, tras un fallo en los controles de temperatura del Sputnik 2. Finalmente, y de manera oficial, en 2002 se declaró que su muerte se debió a un sobrecalentamiento del módulo donde viajaba, después de entre cinco y siete horas de misión. El 14 de abril de 1958, tras completar 2570 órbitas, la nave cayó en la Tierra y se desintegró en la atmósfera.

Cuál fue su aportación a los viajes tripulados

Como con el resto de los animales, el objetivo era comprobar los efectos de los viajes, la radiación espacial y las condiciones de ausencia de atmósfera y gravedad en seres vivos. Los perfiles genéticos de las especies escogidas estaban cercanos a los humanos y nos daban pistas importantes sobre esos primeros trayectos que entonces parecían imposibles, pero que pronto iban a ser más habituales que nunca.

Los soviéticos tenían ventaja en la carrera espacial por aquel entonces: pusieron el primer satélite en órbita con el Sputnik 1, y ahora iban a hacer orbitar por primera vez a un ser vivo. Mantener esa ventaja y dar cuenta de que su programa seguía siendo más avanzado que el estadounidense fue el principal objetivo, marcando un hito más histórico que científico. No obstante, fue un paso más, ya que se comprobó la capacidad de poder llegar tan alto de manera tripulada.

Otros animales en el espacio

Otros animales que fueron al espacio

Si bien la perra Laika es la más famosa, muchos otros animales han ido al espacio, ayudándonos a alcanzar las estrellas en los siguientes viajes con humanos. Estos son algunos de los más destacables.

Las desconocidas moscas de la fruta

Los primeros animales que viajaron oficialmente al espacio, superando los 100 kilómetros de altura que delimitan teóricamente su comienzo (y de los que se ha hablado recientemente por el tema del turismo espacial), fueron unas moscas de la fruta. Ocurrió el 20 de febrero de 1947 en un lanzamiento desde White Sands (EEUU). Como curiosidad, volaron en un cohete V2, uno de los misiles con el que los alemanes aterrorizaron a Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial.

A su vuelta, los científicos comprobaron que estos seres vivos no habían mutado por la radiación, dando la primera pista en ese sentido para los posteriores viajes humanos.

Alberto II, el primer mono en el espacio

El 4 de junio de 1949, Alberto II fue el primero de los 32 monos que (de momento) han volado al espacio. Lanzado por los Estados Unidos, el animal falleció en la reentrada por un fallo en el paracaídas.

Belka y Strelka en su museo espacial

Belka y Strelka, los primeros perros en volver vivos de la órbita

Antes que Laika, los soviéticos lanzaron 12 perros en vuelos suborbitales, pero serían Belka y Strelka las primeras perritas en volver sanas y salvas desde el espacio exterior. Fue el 19 de agosto de 1960 y no iban solas. Les acompañaban un conejo, dos ratas y 42 ratones, así como ejemplares variados de moscas, hongos y plantas.

Como vemos, la historia de Laika es fascinante, aunque triste. Supuso un hito en todo el mundo y la perrita enamoró a prensa y público, sin importar el país o la rivalidad. Es por eso que hoy seguimos recordando su historia llena de detalles fascinantes.

Imágenes | Pictorial Press – Wikimedia Commons

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