La Tierra es 70% océanos, y estos son capaces de atrapar grandes cantidades de calor sin apenas elevar sus temperaturas, algo que no ocurre ni en la atmósfera ni en superficie, sujetas a mayores fluctuaciones en este sentido. Esta memoria -la persistencia en el tiempo de las condiciones oceánicas- es crucial porque permite a los científicos hacer predicciones sobre el comportamiento meteorológico para los próximos años, más allá de variaciones temporales. Sin embargo, el cambio climático afecta a los océanos también, provocándoles una especie de ‘amnesia’ y, si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando, esto se hará cada vez más evidente, con las consecuencias que ello implica.
Al menos esto es lo que asegura un estudio reciente publicado en la revista Science Advances. A partir de las observaciones y proyecciones de modelos científicos para escenarios futuros, la investigación concluye que, con esta serie de transformaciones fruto del calentamiento global, el entorno generalmente estable del océano se está volviendo errático y, por tanto, impredecible.
Índice
¿Cómo sabemos que los océanos están sufriendo ‘amnesia’?
¿Qué consecuencias tiene la reducción de la memoria oceánica?
Zonas más afectadas
¿Cómo sabemos que los océanos están sufriendo una especie de ‘amnesia’?
La memoria oceánica está vinculada al espesor de la parte superior de la masa de agua, la denominada capa mixta -que se extiende solo a una profundidad de unos 50 metros desde la superficie-. En el estudio, el equipo de investigadores analizó las temperaturas del mar en ese punto. En sus niveles más profundos, esta presenta una gran inercia térmica, es decir: allí el agua conserva más su temperatura, y la cambia más lentamente, protegiendo las profundidades marinas de fluctuaciones. Pero, según el estudio, con el calentamiento global, esta capa mixta está adelgazando, por lo que se espera una menor inercia térmica, haciendo que esa parte superior del océano sea más susceptible a las variaciones de temperatura.
Según Hui Shi, autor principal del estudio e investigador del Instituto Farallon en Petaluma, California (Estados Unidos), descubrieron este fenómeno al comparar la temperatura de la superficie oceánica de un año para otro. “Es casi como si el océano estuviera desarrollando amnesia”, añade.
Esta menor persistencia de la temperatura del océano está ocurriendo “en todas las regiones del mundo, lo que convierte a este fenómeno en un factor importante a considerar para las predicciones climáticas futuras“, asegura por su parte Robert Jnglin Wills, científico de la Universidad de Washington, en Seattle (EEUU), y coautor de la investigación.
¿Qué consecuencias tiene la reducción de la memoria oceánica?
De este modo, la consecuencia más directa de este fenómeno es que cada vez será más complicado estudiar el comportamiento del clima en los próximos años a partir del estado de los océanos, y establecer previsiones. Lógicamente, esto repercutirá en la capacidad de los expertos para adelantarse a todo tipo de eventos meteorológicos, como monzones, olas de calor marinas o episodios climáticos extremos.
“Memoria reducida significa menos tiempo de anticipación para hacer un pronóstico. Esto podría dificultar nuestra capacidad de predecir y prepararnos para cambios en los océanos, incluidas las olas de calor marinas, que se sabe que causaron cambios repentinos y pronunciados en los ecosistemas oceánicos de todo el mundo”, apunta otro de los coautores del trabajo de investigación, Michael Jacox, investigador de la agencia científica NOAA del gobierno estadounidense.
Una ‘amnesia’ que también podría tener importantes implicaciones para la pesca comercial. No solo porque esta industria planifica su actividad a partir de las predicciones sobre el estado de los océanos a corto, medio y largo plazo, sino porque el calentamiento global está dando forma a nuevas realidades bajo el agua: “Muchas poblaciones de peces van a sufrir un grave impacto“, indican los investigadores, aunque “algunas se adaptarán mejor que otras”, dependiendo de su capacidad para amoldarse a entornos ambientales más variables. Y, por supuesto, mar adentro, las condiciones oceánicas afectan al clima, las temperaturas y las precipitaciones en la Tierra, lo que podría generar un escenario aún más imprevisible que el ya dibujado por los científicos ante la crisis climática en la que estamos inmersos.
Zonas más afectadas
Para finales del siglo XXI, los autores del estudio prevén que la memoria de los océanos disminuya en la mayor parte del globo y que incluso desaparezca por completo en algunas áreas. Los cambios más acusados se esperan alrededor del océano Índico, el mar de China Meridional y las aguas cercanas al sudeste asiático.
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Imágenes | Ant Rozetsky (Unsplash) | Science Advances